Los asentamientos irregulares son un factor de riesgo para propagar incendios. En la foto, Los Pirquenes, donde murieron 14 extranjeros.
El Mercurio
Aunque no fue un siniestro ligado al bosque el que provocó la tragedia del campamento Los Pirquenes, el 6 de noviembre pasado, en la comuna de Coronel, Región del Biobío, ya alertaban del peligro ante una emergencia las precarias condiciones de los habitantes de ese asentamiento irregular. Y es precisamente la extensión de poblaciones a zonas que no están preparadas para recibirlas, con abundante vegetación y escasez de conectividad caminera, uno de los factores de riesgo que en la última temporada de siniestros forestales dejó una veintena de fallecidos y que vuelve a ser mencionado por los expertos ante el pronto inicio del período peak, que se concentra entre diciembre y marzo. Otro elemento para tomar en cuenta, según quienes planifican las acciones preventivas, es la abundancia de "combustible vegetal" o pasto seco. De igual modo, se menciona la alta intencionalidad, comprobada con la presencia de hasta 20 focos simultáneos en sitios quemados.