Aunque ilegal y altamente peligrosa, hoy no es raro ver en fiestas a personas consumiendo tusi. Se trata de una droga sintética derivada de la anfetamina, cuyo nombre, en inglés, nace de su composición química 2C-B. Pero en Chile no es precisamente ese compuesto: en su mayoría, el polvo suele ser una mezcla de cocaína o éxtasis con ketamina, y puede tener varios otros aditivos. Según el Centro de Información Toxicológica de la U. Católica (Cituc), entre enero y octubre de este año recibió 92 alertas por personas que llegaron intoxicadas a algún centro asistencial por tusi, tres veces más de lo que se vio en todo 2019, cuando fueron 29. De los 92, hubo 28 adolescentes de entre 12 y 17 años, mientras que en 2019 sólo llegaron cuatro intoxicados de ese rango etario. Antonia (27) cuenta su experiencia con la droga. "Ha sido una de las peores sensaciones de mi vida. Uno pierde el control total de su ánimo y puede llegar a ser peligroso", sostuvo.