Los indecisos pueden definir su voto 48 horas antes o incluso el mismo día del referéndum, señalan los expertos.
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Quedan sólo 18 días para la jornada del Plebiscito Constitucional y las campañas han desplegado todas sus estrategias para poder imponerse. Y aunque la última semana el A Favor logró subir seis puntos, acortando a 8 puntos la distancia con el En Contra, aún queda un porcentaje de indecisos que las campañas pueden capturar.
Según la última encuesta Cadem, el A Favor alcanza un 38% de las preferencias, su cifra más alta en seis meses. En tanto, el En Contra cayó tres puntos y se situó en el 46%. Por otra parte,
un 16% está indeciso.
Es el A Favor, la opción que tiene la tarea de desplegar al máximo sus estrategias para ir en su captura, considerando que un 24% de aquellos que aún no zanjan su opción definitiva, probablemente se inclinarían por esta opción. versus un 17% que se inclinaría por el En Contra.
Hay otro factor relevante: la campaña no se está discutiendo necesariamente en clave constitucional, sino que se ha centrado en el debate político y en el intento de tocar la mayor cantidad posible de sensibilidades. Por eso, el "y que se jodan" del A Favor operó como una estrategia que supo leer el contexto y que consiguió tener eco en el debate público.
La duda ahora es cuánto podrán mover la aguja ambas opciones -especialmente la que corre con menor ventaja- y cómo ir a buscar a más indecisos.
"Todas las sensibilidades posibles"
Eric Latorre, director del magíster en Gobierno y Dirección Pública de la U. Autónoma, comenta a Emol que una forma "correcta" de capturar a los indecisos es ir a decirle al electorado lo que "quiere escuchar".
"Finalmente esto se vota por algo emotivo, por un sentimiento o sensación. No es un voto racional. Acá opera una especie de catch all (atrapa todo) porque no tienes un candidatos con tales virtudes, acá no lo hay, es algo más etéreo, por lo tanto, intento tocar todas las sensibilidades posibles en la población para que alguna de esa aplique", precisa.
"Los indecisos, en general, definen su posición, si es que no la tienen definida, 48 horas antes del referéndum, o incluso el mismo día, y esto es por razones no ideológicas. Dicho de otra manera, tanto el A Favor o En Contra tienen un voto duro entre el 20% o 30% para cada opción, es decir un 60% ya se ha decidido".
Guillermo Holzmann, analista político
En la misma línea, la cientista política de la UC, Julieta Suárez, plantea que los indecisos "tienen perfiles distintos y responden a diferentes estímulos. Creo que los están intentando conquistar en base a campañas que apelan a emociones, y diría que emociones negativas".
"Vamos a ver si esta estrategia como tal funciona. La gente va a ir a votar de manera obligatoria, y creo que van a terminar optando por alguna opción. No creo que este alto porcentaje de indecisos se traslade a voto blanco o nulo, y veremos qué campaña logra gatillar mejor esas emociones", precisa.
Guillermo Holzmann, analista político, plantea que en este contexto de un referéndum con opciones excluyentes, hay que considerar que hay un grupo de personas que constituyen un voto "oculto". Y esto incluso lleva a que un porcentaje, que puede ser entre un 10% o un 15%, de los que ya han respondido por alguna opción, "mienten con respecto a la opción sobre la cual van a votar".
"Los indecisos, en general, definen su posición, si es que no la tienen definida, 48 horas antes del referéndum, o incluso el mismo día, y esto es por razones no ideológicas. Dicho de otra manera, tanto el A Favor o En Contra tienen un voto duro entre el 20% o 30% para cada opción, es decir un 60% ya se ha decidido", precisa. Y será ese 40% restante, los que van a decidir el referéndum.
La captura de esos indecisos va a estar dado, comenta "por boca-oído, es decir, escuchando a quienes confían o mirando a líderes sociales o políticos en los cuales confían para poder decidir su voto, pero ellos básicamente votan por sentido común y las urgencias que tienen", cerró.
