Todo se originó por una pelea en un partido en las canchas Quimey en San Bernardo. (Foto referencial).
Vía X
La noche del pasado sábado el
funcionario de la PDI, Ariel Villarroel, estaba en su domicilio en
San Bernardo. Era
subprefecto de la Brigada de Robos en Calama, pero estaba en su casa en la Región Metropolitana por una
licencia psiquiátrica.En eso, recibe el
llamado de su hijo, de 18 años. El joven había salido con amigos a disputar un partido de fútbol en las
canchas Quimey en la citada comuna.
Y en una jugada, los ánimos se caldearon. Comenzó una discusión e integrantes del equipo rival lo agreden.
Tras esto, el joven llama a su padre.
Villarroel llega a la cancha y comienza a increpar a los que habían agredido a su hijo.Ahí ambos fueron víctimas de
golpes de pies, puños palos y otros objetos contundentes. El joven quedó con fracturas y otras lesiones, mientras que el PDI sufrió heridas graves. Fue derivado al Hospital Parroquial de San Bernardo y de ahí al Dipreca, donde llegó con muerte cerebral.
La tarde del lunes falleció.La Fiscalía de Primeras Diligencias Occidente, en coordinación con la Bicrim de la PDI, identificó primero a cinco de los sujetos que le dieron la golpiza.
Así se obtuvo la orden de entrada y registro en
cuatro domicilios de San Bernardo y otro en Buin. Los cinco fueron detenidos. El sexto se sumó la mañana de ayer martes, también en San Bernardo.
Hoy fueron formalizados en el Juzgado de Garantía de San Bernardo por los delitos de homicidio y lesiones graves. Cuatro fueron acusados de ser autores directos y quedaron en prisión preventiva. Los otros dos detenidos quedaron con la cautelar de arresto domiciliario nocturno, arraigo, prohibición de acercarse a víctimas y sus familias y firma semanal.