Si gana el En Contra seguirá rigiendo la actual Constitución.
Aton Chile/ Archivo.Habiendo sido sometida a dos plebiscitos: ¿Usted cree que un triunfo del En Contra en el Plebiscito del 17 de diciembre consolida o refrenda la Constitución actual como democrática? |
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Mi propuesta era que la cédula de diciembre, no fuese A Favor o En Contra, ni Apruebo o Rechazo, si no fuese 'prefiere usted la propuesta que se le está entregando o prefiere usted quedarse con la Constitución vigente. Creo que eso habría cerrado en forma explícita el proceso y habría validado democráticamente la Constitución vigente. Ahora no va a poder ser una ratificación explícita, pero sí creo que una ratificación implícita, porque la Constitución vigente va a haber sobrevivido a los embates de una Constitución de izquierda por un lado y una Constitución de derecha por el otro. Creo que para todos los efectos prácticos, ya no es la Constitución de la dictadura, todos sus candados, han caído el sistema binominal, la composición conservadora del Tribunal Constitucional, las leyes orgánicas constitucionales y lo más importante la rebaja de los quórums excesivamente mayoritarios, que desde el año pasado quedaron en 4/7. Ya es una Constitución que una mayoría política en el Congreso puede modificar. Cristóbal Bellolio, profesor Universidad Adolfo Ibáñez. |
Yo creo que efectivamente después de dos plebiscitos y de tres intentos de proceso constitucional, queda claro que la Constitución vigente es legítima y que ha sido mejor para el pueblo de Chile, al menos que las últimas dos propuestas. Javiera Parada, gestora cultural. El proceso constitucional iniciado después del estallido por supuesto que termina acá, eso creo que es claro si es que gana el En Contra. Por lo tanto, las reformas necesarias que hay que hacer habrá que hacerlas a la Constitución vigente, pero creo que no existe el ánimo, ni entre la ciudadanía, ni e la política -que tiene muchas urgencias que resolver-, de iniciar un nuevo proceso constituyente con un órgano elegido. Eso yo lo doy absolutamente por descartado". |
La Constitución vigente tiene una falla de origen, se hizo bajo el fraude y la dictadura. En los últimos 43 años gracias a la soberanía popular mayoritaria se va ajustando, la primera es el Plebiscito del 89, la segunda son las reformas de Lagos del 2005, de tal manera que desde el punto de vista de su evolución ha ido recuperando la virtud democrática. No obstante, hay dos afirmaciones que relativizan la respuesta, lo que nos queda de la original de Pinochet y Guzmán es el Estado subsidiario y la restricción al Estado para tener mayor protagonismo en la vida económica, sin embargo, en estos 43 años fuimos abriendo cada uno de los candados de Jaime Guzmán; los designados el 2005, el binominal el 2015, el Tribunal Constitucional con su nueva composición también el 2005 y el año pasado la rebaja de los quórum supra mayoritarios. Francisco Vidal, ex ministro de Estado. De tal manera que si ganamos con el En Contra, es una Constitución híper reformada y que descansa para futuras transformaciones sólo en la voluntad popular mayoritaria, porque los candados de Jaime Guzmán fueron completamente abiertos. Si los resultados son sorpresivos en cualquier sentido, va a ser un hecho político de magnitud. |
"Mantengo mis críticas a la Constitución del 80, pero el remedio no puede ser peor que la enfermedad. Lo que se plebiscita el domingo es si esta propuesta sirve para convertirse en la casa de todos y mi respuesta es negativa; porque divide, representa a un solo sector, tiene graves problemas de diseño y eleva a rango constitucional materias que deberían ser debate legislativo o administrativo. Lo que se plebiscita es un texto que busca reemplazar la Constitución del 80, no la Constitución del 80". Alexis Cortés, ex comisionado experto. |
La Constitución queda ratificada, legitimada, y validada desde toda perspectiva. Esta Constitución habría derrotado a dos propuestas constitucionales, transformándose en un texto imbatible que, si bien requiere de reformas, demuestra su solidez y, de paso, confirma que la Constitución nunca fue un problema en Chile. Mauricio Morales, académico de la Universidad de Talca. La élite sostuvo que el problema de Chile era la Constitución, en circunstancias de que el problema real era la desidia de esa élite para sacar la legislación en salud, educación, pensiones y abusos hacia los ciudadanos por parte de privados. Se quiso tratar una depresión con antibióticos. El resultado fue desastroso |
"Desde el retorno a la democracia, esto es hace ya más de 30 años, con sus 70 modificaciones, (la Constitución) nos ha permitido un debate democrático y en democracia, por lo que es un falso dilema. El desafío de ganar el En Contra, como esperamos, es avanzar en reformas urgentes que espera la ciudadanía". Alejandra Kraus, ex comisionada experta. |
Tengo la convicción de que el triunfo del En Contra abrirá un momento de serenidad de la situación política y social en el país. En los últimos 4 años el péndulo de la política osciló desde la izquierda en la convención, hacia la derecha conservadora en el Consejo constitucional de tal manera que con el triunfo del En Contra tenemos la oportunidad de situar el péndulo en el centro, lo que para mí significa recuperar una cierta serenidad y sobriedad para enfrentar los grandes desafíos pendientes en nuestra sociedad. Alejandro Köhler, ex consejero constitucional. En virtud de esta convicción y frente a un texto impuesto por una mayoría circunstancial de la derecha, que excluye a importantes sectores del país, transforma a esta propuesta en un factor de división y polarización, además de que su mala calidad jurídica dará origen a una judicialización de vitales aspectos para la sociedad, para mí es hoy evidente que esta propuesta que se someterá a Plebiscito, es peor que la Constitución vigente pensando en que también ha tenido importantes reformas democráticas y por tanto, adquiere una mayor legitimidad. Creo que no debemos abrir nuevos momentos constitucionales, porque además al reducirse el quórum de reforma constitucional a 4/7, será más fácil modificarla si la sociedad y el sistema parlamentario arribaran a consensos para dicho propósito |
Más que democrática el actual Plebiscito lo que hace es legitimar estas reglas del juego, siempre se cuestiona de la Constitución del 80 el problema de legitimidad de origen por la manera en que esta fue hecha entre cuatro generales, no ratificada, con un referendo que no respondía a los estándares democráticos. Por tanto, luego de 43 años si gana el En Contra, querría decir entonces que este texto constitucional, ya no tendría el problema de legitimidad de origen, porque ésta sería refrendada en el Plebiscito del 17 de diciembre. Marco Moreno, académico de la Universidad Central. La discusión siempre es sobre legitimidad o representatividad que son las dos cuestiones que uno tiene que analizar, si es legítima y lo es, porque basta que se gane por un voto en el Plebiscito la opción En Contra para que lo sea y lo otro es si es representativa, como van a votar 15 millones de personas también cumple con ese requisito. La discusión respecto a si es democrática tiene que ver con lo que pueda decir el texto, pero la discusión creo yo es de legitimidad y de representatividad. |
La constituciones juegan su legitimidad en la capacidad que exhiban de poder organizar adecuadamente el ejercicio del poder y promover el respeto y satisfacción de los derechos de las personas. La propuesta del Consejo es peor que la regulación vigente en ambos sentidos. Domingo Lovera, ex comisionado experto. De todas formas, no perdamos el foco: El próximo domingo lo que se somete a Plebiscito es la propuesta de las derechas del Consejo Constitucional y si acaso ella puede ser una casa para todos. Y no lo hace, porque divide entre quienes quieren imponer su plan -lo que explica el abrumador nivel de detalle que tiene y que la dejaría en el podio de las más largas de la región- y el resto a quienes manda a joderse, todo plagado de severos problemas técnicos. |
Sí, obviamente. El Plebiscito se transformó en una elección entre dos constituciones, la Constitución vigente y la Constitución propuesta, son dos maneras de cerrar el proceso. Pepe Auth, ex diputado y experto electoral. Está tan agotada la población, está tan alejada de la voluntad de cambio que dominó la escena entre 2019 y 2021, que en verdad cualquier candidato presidencial que plantee un nuevo proceso constituyente va a ser repudiado por varios años y obviamente la Constitución vigente tiene más consensos políticos que la propuesta, porque la Constitución propuesta tiene el apoyo de republicanos y de Chile Vamos que la elaboró y algunas formaciones de centro. Pero la vigente tiene también el apoyo de republicanos y Chile Vamos, y ahora de la centroizquierda que recuperó el habla y defiende lo hecho y la izquierda radical que tiene que reconocer que ya no era la Constitución de Pinochet. Entonces el consenso político sobre la Constitución vigente es mucho mayor que el que puede tener la Constitución propuesta, sin duda alguna, desde ese punto de vista la estabilidad del país está más asegurada si se ratifica la Constitución vigente, porque es de unidad hoy |