Preocupación, compañía e innovación. Esas son algunas de las características que unen a un grupo de colegios particulares que destacaron en la ultima Prueba de Acceso de la Educación Superior (PAES), y que además, educan en un contexto donde la vulnerabilidad de sus estudiantes supera el 60%. El trabajo en esos recintos es, reconocen todos los encargados, más complicado, pues la "mochila" que cargan los estudiantes es "más pesada". Pero se puede lograr, coinciden. Un ejemplo es lo que ocurre en el Colegio San Joaquín, ubicado en la comuna de Renca, de la Fundación Astoreca. El establecimiento, que cuenta con un índice de vulnerabilidad de 81,83% en la enseñanza media, destacó por alcanzar el puesto número 16 entre los colegios particulares subvencionados, y la posición 236 en el ranking general, con 721,5 puntos ponderados entre las pruebas de Lenguaje y Matemática. Ximena Torres, directora del área Colegios de dicha fundación, comenta que tienen una cultura de "altas expectativas", donde no hay espacio para las excusas al momento de alcanzar metas académicas. En ese sentido, advierte que los profesores son clave: "Para ellos contamos con un plan de desarrollo profesional permanente y sistemático que nos permite lograr los estándares de aprendizaje requeridos".