Un intenso debate se ha abierto estos días a raíz de opiniones contrapuestas sobre la
postura y la forma que ha tomado el Gobierno del Presidente Gabriel Boric para abordar -y tomar acciones- en el conflicto en el Medio Oriente, ante
la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) y aquellas que se desarrollan en la
Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya.El pasado 9 de enero, la embajadora ante la ONU, Paula Narváez, expresó que "Chile no permanecerá indiferente frente a la actual situación y al dolor del pueblo Palestino, por tal situación, Chile presentará prontamente la remisión de la situación en Palestina a la fiscalía de la Corte Penal Internacional para solicitar que se investiguen los crímenes que se cometen en los territorios palestinos ocupados, para lo cual, esperamos, se puedan sumar otros países".
Narváez agregó que "todas las partes involucradas, así como la comunidad internacional de manera conjunta, deben trabajar para que esta guerra termine y que se inicie un proceso de diálogo real y fructífero que nos permita transitar hacia la existencia de dos estados, reconociendo el derecho de Israel y Palestina de coexistir en paz dentro de fronteras seguras acordadas mutuamente e internacionalmente reconocidas, en conformidad a lo establecido en las resoluciones adoptadas por las Naciones Unidas".
La Corte Penal Internacional mantiene dos órganos independientes, una fiscalía y la Corte. En 2021, el fiscal de la CPI abrió una investigación que incluye toda la escalada de crímenes en la zona, incluyendo los actos de Hamás y de las Fuerzas Armadas de Israel desde el 2014.
Entendidos en la materia señalan que la acción de Chile es un gesto político sin efecto jurídico, pues la indagatoria sobre Palestina ya existe desde marzo de 2021. Cabe destacar que Chile es el sexto país que anuncia que presentará una remisión a Fiscalía CPI, puesto que en noviembre ya lo hizo Sudáfrica, Bangladesh, Bolivia, Comoros y Djibouti.
Opinión consultiva y denuncia sudafricana ante la CIJ
Pero hay, además, otras acciones que se dan a raíz del conflicto y en las que Chile tomará parte o permanece observando para decidir los pasos a seguir.
Una de ellas es la opinión consultiva que tendrá lugar el próximo 19 de febrero, donde la Corte Internacional de Justicia (CIJ) deliberará sobre la naturaleza de la ocupación israelí en territorios palestinos y sus consecuencias legales, tanto para los Estados como para la ONU. Chile hará un alegato y será Ximena Fuentes (ex agente ante La Haya en el caso Silala), quien tomará la representación del país ante dicha instancia internacional.
Un tercer factor, también anclado en la CIJ, dice relación con la
demanda de Sudáfrica contra Israel, acusándolo de demostrar un "patrón de conducta genocida" desde que lanzó su guerra a gran escala en Gaza, la franja de 365 kilómetros cuadrados que ocupa desde 1967. El jueves de la semana recién pasada, se desarrollaron los alegatos de los equipos jurídicos de ambos países.
Los mismos países que presentaron la remisión ante la CIJ, apoyan a Sudáfrica en la denuncia, mientras que otras naciones de la región, como Nicaragua, Venezuela, Cuba, Colombia y Brasil se han expresado en el mismo sentido. En tanto, la Cancillería se mantenía observando la audiencia que arrancó el jueves para tomar una determinación, aunque entendidos en la materia no descartan que Chile finalmente se sume.
"Luego de la decisión que se adopte respecto de las medidas provisionales, la CIJ fijará el cronograma para conocer el fondo de la demanda sudafricana, incluyendo la apertura de un plazo para recibir declaraciones escritas de terceros Estados. Chile se encuentra analizando los pasos a seguir, los que serán informados en su debida oportunidad", indicaron el jueves desde Cancillería en un comunicado.
"Un tema personal"
Los cuestionamientos sobre las intervenciones de Chile sobre los procedimientos legales antes mecionados se han presentado en dos grandes líneamientos. El primero de ellos, abordado con mayor profundidad por la abogada internacionalista e investigadora senior de AthenaLab, Paz Zárate, quien apunta al personalismo con el que se han encauzado: un tema más del Presidente Gabriel Boric, que de Estado.
En conversación con Emol, Zárate comenta que "en un tema que implica presentar la posición del Estado, no del Gobierno, ante la CIJ, ya sea un caso contencioso, como Sudáfrica versus Israel, o no contencioso, como la opinión consultiva, compromete el interés el Estado, no del Gobierno".
"Este tema, de alcance global, y quizás el conflicto más complejo actual geopolíticamente hablando, está siendo tratado más bien como un tema personal del Presidente que como uno del Estado de Chile".
Paz Zárate, abogada internacionalista
Por eso, cataloga como "inaudito que el Gobierno, sabiendo desde junio del año pasado que va a alegar al menos en uno de los dos casos ante CIJ, no haya querido informar, ni siquiera de modo reservado, a los órganos que hay que informar: las comisiones de RR.EE. del Congreso y el Consejo de Política Exterior, para concordar una posición de Estado". Entonces, a su juicio, "
este tema, de alcance global, y quizás el conflicto más complejo actual geopolíticamente hablando, está siendo tratado más bien como un tema personal del Presidente que como uno del Estado de Chile".
La situación a la que hace referencia Zárate también fue advertida el lunes de la semana pasada, precisamente por parlamentarios de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, quienes se reunieron con el ministro Alberto Van Klaveren en dependencias de la Cancillería. Según comentaron a El Mercurio, les llamó la atención que el canciller abordara el asunto de Israel y Palestina, pero no hiciera mención a la remisión de antecedentes ante la Fiscalía de la CPI, ni que tampoco se informara el rol que tendría la exsubsecretaria Ximena Fuentes en los alegatos en la opinión consultiva.
Según se consultó, la posición chilena frente al conflicto en Medio Oriente y los detalles de la estrategia que el 9 de enero anunció la embajadora Narváez, tampoco aparecieron en la tabla del último encuentro del Consejo de Política Exterior, del pasado 20 de diciembre.
Para los parlamentarios que asistieron al encuentro con el canciller, consigna el medio, la reflexión que quedó en el aire es que la política exterior dejó de ser un asunto de política de Estado en este tema, y pasó a ser una iniciativa personal del Presidente Gabriel Boric.
"Lo complejo de esto es la opacidad, la falta de transparencia. Ni siquiera pido que concuerde una posición de Estado, que sería lo mejor, pero que informe. Eso es lo que no tiene precedentes y es lo inaceptable", concluye, por su parte, Zárate.
El "giro" a una postura histórica de Chile
Otras voces apuntan al "giro" o la postura del Presidente Boric de "romper" con la neutralidad histórica de Chile en el conflicto del Medio Oriente y las implicancias asociadas.
En conversación con este medio, el analista político internacional, Robert Funk, comenta que "lo que llama la atención es que, que yo sepa, la postura histórica de Chile frente Israel-Palestina -la de dos estados- no ha cambiado. Ahí sigue rigiendo el profesionalismo y diplomacia del Ministerio de RR.EE.".
No obstante, subraya que en los hechos, desde que asumió Gabriel Boric, en acciones y retórica, "
es evidente que Chile ha hecho un giro hacia una política no solamente más favorable hacia los Palestinos y hostil hacia Israel, sino que no pareciera diferenciar entre la autoridad Palestina y Hamás, que es reconocido internacionalmente como un grupo terrorista. Y llama la atención que dicho apoyo se haya profundizado después del ataque del 7 de octubre".
En su columna en La Tercera, el periodista Ascanio Cavallo hace referencia al mismo punto, recordando la visita que el entonces diputado Gabriel Boric hizo junto a otros 10 parlamentarios al territorio palestino de Cisjordania, invitados por la Organización para la Liberación Palestina, en 2018. Esa experiencia y visión adquirida, la vincula a la política de estado que hoy se observa con Boric como Presidente.
"El Presidente ha decidido romper la neutralidad histórica de Chile en el conflicto del Medio Oriente, que se mantenía en respeto a las comunidades que viven en Chile, y también porque lo que se juega en esa región forma parte de intereses geopolíticos ajenos", señala el periodista, tras enumerar la serie de acciones e intervenciones que ha tomado Chile ante la CIJ.
Por su parte, al ser consultada por este punto en específico, Zárate comenta que "la neutralidad en el conflicto en Medio Oriente es la línea histórica de Chile. Yo creo que la mantención de esa línea histórica se hace difícil en el actual contexto, no sólo para Chile, sino que para muchos otros países".
"Por lo mismo, creo que el manejo tiene que ser muy cuidadoso, porque cualquier giro puede ser tomado como que hay un descuido de cómo se siente la comunidad judía local, que son chilenos y dan signos de sentirse constantemente maltratados. Creo que el manejo de este tema muestra torpeza. Por ejemplo, con el hecho de que la remisión que anuncia Narváez no es del todo completa; hay una guerra, y según su anuncio, sólo interesa que se investiguen los crímenes de un lado, no de ambos. Creo que sí se rompe la neutralidad, pero de manera torpe", cerró.
Funk, por su parte, dice estar más preocupado de las implicancias internacionales, "pues al apoyar el caso sudafricano en la Corte Internacional de Justicia, Chile se suma a una lista de países que no son precisamente una agrupación de democracias liberales (Libia, Sudan, Irak, etc). Boric peca de ingenuo si cree que EE.UU. no se da cuenta de este giro en nuestras alianzas internacionales, lo que podría cobrarse caro más adelante", zanjó.