El robo de cables eléctricos para extraer cobre es una práctica que va en aumento. Así lo sostuvo Enel Distribución, quien dio a conocer las cifras sobre este delito en la Región Metropolitana, que en 2023 registró 827 caso, 68 más que el año anterior.
Entre enero y diciembre del año pasado, se sustrajeron alrededor de 68 toneladas de conductores, lo que equivale a más de 64 kilómetros de red. Ante este escenario, la compañía tuvo que "destinar cerca de $2.900 millones a atención de fallas y restitución de cables", señaló Enel.
Las comunas más afectadas por el robo de cables fueron
Santiago (351 casos reportados);
Recoleta (188) y
Providencia (48), perjudicando a más de 266 mil clientes.
"Nos preocupa el aumento asociado al robo de cables eléctricos, no solo porque afecta la calidad del servicio eléctrico de la comunidad, sino porque se trata de acciones delictuales que implican un grave riesgo para las personas, ya sean vecinos, nuestros trabajadores en terreno o los propios autores de estos ilícitos. Como empresa, no podemos evitar directamente estos delitos, sin embargo, realizamos acciones para limitarlos resguardando nuestras instalaciones y manteniendo comunicación permanente con autoridades", explicó Víctor Tavera, gerente general de Enel Distribución.
"Creemos en la importancia de que exista una ley específica orientada a evitar la compra y venta de cobre proveniente del robo de cables y que se haga cargo de las consecuencias negativas que provoca", agregó.
Desde la compañía explicaron que los robos de cables afectan la estabilidad del suministro "al originar variaciones de voltaje, interrupciones de servicio y descargas eléctricas que ponen en serio riesgo a los clientes electrodependientes, y además al personal técnico que realiza el mantenimiento de las redes de distribución. De hecho, durante 2023,
cuatro personas fallecieron tratando de cometer estos ilícitos (...) La gran intensidad de la descarga eléctrica muchas veces provoca un desenlace fatal para quien manipula la red, muchas veces sin los conocimientos ni las protecciones necesarias".
Durante 2023, Enel presentó 430 querellas y denuncias relacionadas con este ilícito, y se han logrado cinco sentencias condenatorias en los últimos seis meses, que van desde los 61 días de pena remitida, hasta casos en que el imputado ha sido condenado a 541 de cárcel efectiva.
Postes chocados en 2023
Por otro lado, la distribuidora eléctrica CGE detalló que más de 2,6 millones de clientes a lo largo del país se vieron afectados por el incremento en los choques de postes.
Desde la compañía aseguraron que entre enero y diciembre del año pasado, registraron un total de 3.776 accidentes de tránsito que involucraron "daño o destrucción de infraestructura eléctrica como postes, transformadores y cables, afectando el suministro eléctrico".
Dichas cifras significan un aumento del 17,4% respecto del mismo periodo del 2022. "La consolidación de la tendencia al alza en los choques a poste durante el 2023 es preocupante. El impacto en la calidad y continuidad del suministro eléctrico es muy relevante y afecta directamente el servicio a nuestros clientes", señaló Cristian Briceño, gerente de Comunicaciones e Integración Cultural de CGE.
Entre enero y diciembre se registraron un total de 3.776 accidentes de tránsito que involucraron daño o destrucción de infraestructura eléctrica, como postes, transformadores y cables
CGE
Según estadísticas de la empresa, el 68% de los accidentes provocó largas interrupciones de suministro a clientes, mientras que
solo en el 28% de los casos se logró identificar al responsable del accidente y
de la destrucción de infraestructura eléctrica .
La RM fue la que acumuló un mayor número de accidentes con destrucción de infraestructura eléctrica, con 989 postes destruidos en 2023, lo que dejó a más de 771.402 clientes sin electricidad por este motivo. Las comunas con un mayor número de incidentes entre los 19 municipios en que CGE presta servicio en dicha región fueron San Bernardo y Puente Alto, seguidas por Buin, Talagante y Melipilla.
