Luego de que en diciembre del año pasado un reportaje de Ciper revelara que dos secretarios de Estado -la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, y el titular de Economía, Nicolás Grau- no registraron en la plataforma de lobby una reunión que tuvieron a fines de noviembre (de 2022) con el lobista Pablo Zalaquett (UDI) su casa, un grupo de diputados de Renovación Nacional (RN) ofició a la Contraloría para evaluar un procedimiento sancionatorio en su contra.
Esa fue una de las primeras acciones, pero hasta hoy, sábado 20 de enero del 2024, ha habido una serie de repercusiones más. En un principio -y en más de una ocasión-, el ministro Grau salió en los medios de comunicación a explicar por qué no había ingresado la información a la plataforma de lobby -"no todo diálogo es lobby" argumentaba, en parte, el secretario de Estado- pero tras una serie de críticas de la oposición e, incluso del oficialismo, y el llamado del Presidente no solo a él, sino a otros cinco titulares, a fin de aclarar la situación, finalmente la mayoría de ellos registraron las reuniones.
Quien no lo hizo fue la ministra del Interior, Carolina Tohá. "Si pensara que debería hacerlo, lo hubiera hecho evidentemente", sostuvo en medio de una vocería de Gobierno. Esto le trajo diversos reproches. Parlamentarios de ambos sectores la tildaron, hasta, de "soberbia".
A mediados de enero el fiscal nacional, Ángel Valencia, se refirió al respecto asegurando que "las investigaciones que se van a iniciar de oficio no se contemplan, se inician o uno se abstiene de realizarla (...) De momento de momento estamos muy atentos siguiendo la solución del caso, la información que surge a propósito de este incidente, que de momento es político y administrativo", pero "cuando aparezcan antecedentes y se justifiquen, no le quepa duda que no vamos a dudar ningún instante en abrir la investigación de oficio, si hay mérito para ello".
En los últimos días el tema ha golpeado fuerte a la ministra Rojas, toda vez que se conoció que asistió a más de una reunión. De hecho, hace unos días registró a través de la plataforma de lobby una tercera junta en casa de Zalaquett, la que se desarrolló el día 19 de octubre y donde -al igual que en las dos oportunidades anteriores -asistieron empresarios.
Con todo, expertos en el tema analizaron qué acciones puede llevar adelante la administración del Presidente Gabriel Boric para cerrar esta trama que lo sigue golpeando como, en parte, se hace hecho con otros flancos que ha enfrentado el Gobierno como el de los indultos o el Caso Convenios.
Para Mario Herrera, académico e investigador del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, "el cambio de decisión es la estrategia correcta", pues "transparentar la información completa debió ser la solución desde el inicio".
"Esto evita el efecto bola de nieve que hubo, por ejemplo, en el Caso Convenios. En esa ocasión, se trató de circunscribir el problema al caso, siendo que era un problema generalizado. Comenzaron con la tesis de los 'dos hombres adultos' y terminaron dándose cuenta que el problema impactaba al Gobierno en distintos niveles. Eso hizo que el Caso Convenios ocupara la agenda pública por varias semanas en la medida en que aparecían nuevos. Al transparentar la información y reconocer el error, el Gobierno evita el cuestionamiento continuo", enfatizó.
Asimismo, dijo que "las reuniones de Zalaquett, al igual que el Caso Convenios, impactan el mayor activo del Frente Amplio: la transparencia y la probidad. La mejor forma que tiene el Presidente de transparentar el contenido de las reuniones, es hacerlas públicas. Ello, no obstante, del impacto comunicacional negativo que pueden generar las reuniones entre empresarios y ministros en el que se revela un problema de desigualdad en el acceso a autoridades políticas".
Marco Moreno, académico de la Escuela de gobierno Universidad Central, manifestó por su parte que "el Gobierno debe evitar que la crisis se mantenga vigente o abierta, y para eso a lo menos tiene que hacer dos cosas".
En primer lugar, "evitar la entrega por goteos de reuniones que hayan tenido las autoridades en la casa de Zalaquett. Este hecho de que se vayan conociendo nuevas reuniones en que han participado ministros y ministras después de que han pasado varios días, evidentemente hace que la crisis se mantenga vigente".
En segundo lugar, expuso que "lo que se requiere es una comunicación de Gobierno única, en la medida que las ministras y ministros involucrados dan su opinión, justifican los hechos. Utilizan líneas argumentales distintas, lo que confunde a la ciudadanía, por eso el Gobierno debería tener una vocería única en relación con ese tema, en el sentido de dar una adecuada comunicación de gobierno o gubernamental en relación con esta crisis".
Ahora bien, sostuvo que "en la medida que sigamos conociendo por goteo la participación de ministros y ministras, y en la medida que no haya una comunicación de Gobierno adecuada, la crisis va a seguir vigente, por lo tanto, va a ser difícil poder cerrarla manteniendo la dificultad para el Gobierno de no poder tener el control de la agenda en temas prioridad para la administración del presidente Gabriel Boric".
Por último, Tomás Duval, académico de la Universidad Autónoma, afirmó que "el caso de las reuniones con el lobista Zalaquett desde un punto de vista político ha demostrado respecto del Gobierno, desde mi perspectiva, falencias importantes: un gabinete ministerial sin coordinación, desprolijo y políticamente erróneo. Además, un segundo piso presidencial ausente e irresoluto en gestión de crisis y ello ha hecho que ciertos ministros y ministras están muy debilitados en su accionar, lo que podría terminar, más temprano que tarde, en un cambio de gabinete acotado, con el fin de retomar una acción política necesaria para el Gobierno".
