"El Mercurio" accedió a datos de Gendarmería sobre la cantidad de homicidios que se han registrado en los recintos penitenciarios desde 2018 hasta 2023. Durante ese período, las muertes por acciones de terceros disminuyeron en un 17%. No obstante, la brecha aumenta si se comparan los asesinatos en 2020, que marcó un peak de 61 casos, con los de 2022, cuando se registraron 29. El año pasado, sin embargo, el registro volvió a crecer: 35 personas privadas de libertad perdieron la vida en contextos de riñas. Los especialistas coinciden en que la situación no llega al extremo de ser comparable con los hechos que se vivieron en Ecuador, pero que el control de las cárceles no se debe dar por sentado. "Hay que mirarlo con mucha atención, porque esa disminución podría estar significando que hay una supremacía de una organización y que, por lo tanto, esa organización ya no tiene la necesidad de ocupar el homicidio como un medio para establecer ese poderío sobre el resto", complementa el director de Paz Ciudadana, Daniel Johnson.