Espada robada del Presidente Manuel Bulnes.
El Mercurio
No solo su valor económico es relevante -esta avaluada en $450 millones-, sino que también lo es su importancia histórica. Por eso, el robo de la espada del general Manuel Bulnes, ocurrida el 3 de agosto de 2016 desde una sala del Museo de Historia Natural, todavía es sentido, al no tenerse rastro de su paradero, pese a que el proceso terminó con dos condenados que, sin embargo, no entregaron información relevante sobre el destino del objeto, con carácter de monumento nacional. Pero los responsables de la sustracción ya cumplieron las condenas ordenadas por el 7° Juzgado de Garantía de Santiago en marzo de 2017, en ambos casos, mediante procedimiento abreviado, donde reconocieron los hechos. Desde hace ya más de tres años se encuentran en libertad. Según consta en el portal del Poder Judicial, Héctor Zapata Contreras fue condenado a cuatro años de presidio por el delito de hurto, cuya pena se dio por cumplida en diciembre de 2020, mientras que su cómplice Juan Pedro Tapia Cárdenas fue condenado a tres años y un día de presidio por hurto simple, sentencia que finalizó en junio de ese mismo año. A los dos imputados -con amplio prontuario policial al momento de los hechos- se les concedió el beneficio de la libertad condicional en 2019. El Ministerio Público señala que durante la investigación del caso, y antes de las condenas a los responsables, se intentó dar con la espada, pero los indagados no compartieron antecedentes concretos que permitieran dar con el paradero de la reliquia compuesta de acero, oro y piedras preciosas.