Pese a que en varias ocasiones el Gobierno del Presidente Gabriel Boric se negó a convocar al
Consejo de Seguridad Nacional (Cosena), este jueves dio un giro en su postura y optó por convocar la instancia para el próximo lunes, a primera hora.
De esta manera, los presidentes del Senado, de la Cámara de Diputados y de la Corte Suprema; los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, el general director de Carabineros y por el contralor general de la República, se reunirán en La Moneda con el Presidente, para evaluar el despliegue militar en el marco del proyecto de infraestructura crítica que se tramita en el Parlamento.
El anuncio fue valorado en el mundo político, incluyendo entre voces de la oposición, quienes durante el año pasado ya habían exhortado al Mandatario a que convocara al Cosena, a raíz de la ola de secuestros extorsivos que se registraron, los homicidios y la crisis de seguridad generalizada en el país.
No obstante, hasta ahora, la respuesta del Gobierno había sido que la legislación -fortalecida- permitía abordar este tipo de situaciones, además de otras medidas como el reforzamiento de fuerzas policiales y de inteligencia.
Pero la crisis continuó, y pese a que en varias ocasiones el Gobierno ha señalado que los homicidios han bajado, los niveles de violencia con que se comenten los crímenes aumentaron las presiones al Ejecutivo. Incluso, en lo que podría haber sido intento por "descongestionar" la agenda, el Mandatario anunció durante su gira por Chiloé, la reactivación de su compromiso por las caletas con perspectiva de género, lo que generó una avalancha de críticas en el mundo político quienes lo acusaron de una "desconexión" de las urgencias del país, principalmente por la crisis de seguridad.
Cifras que empujaron la decisión
De hecho, esta mañana, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, entregó un nuevo dato en esta línea. Junto con subrayar -a Canal 13- que las autoridades "no toman decisiones eternas", precisó que "durante las primeras semanas del mes de enero, tenemos números que indican que tenemos una mayor cantidad de delitos violentos que el mismo período del año 2023 y eso requiere control y ese es el antecedente que se ha tenido a la vista para tomar decisiones".
En noviembre, la
Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc) -aunque cuestionada por su cambio de metodología-, arrojó un registro histórico para la sensación de inseguridad en el país: un 90,6% de los encuestados dijo percibir que la delincuencia había aumentado en los últimos 12 meses.
La semana pasada, en tanto, las autoridades del Interior y Fiscalía presentaron el Informe Nacional de Víctimas de Homicidios Consumados en Chile, donde se comparó el primer semestre de 2022 con el de 2023, lo que arrojó una baja del 3% en estos delitos. Si el año pasado se registraron 3,4 asesinatos por día, el año previo, éstos eran de 3,5; baja que para el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, es "una baja bastante significativa".
Esa jornada, la ministra del Interior, Carolina Tohá, adelantó se evaluaría el foco del Plan Calles Sin Violencia, pero cuando se conocieran los datos consolidados del número de víctimas de asesinatos de todo el 2023 y no sólo del primer semestre. Pero los siete crímenes contra menores de edad que se concentraron en sólo dos meses en la Región Metropolitana, llevaron a que el subsecretario Monsalve anunciara el pasado lunes, desde La Moneda, que se presentarían nuevas medidas al Presidente Gabriel Boric al retorno de sus vacaciones.
Así, este jueves, el Plan Calles Sin Violencia fue anunciado en su versión "2.0" -luego de varias peticiones desde distintos municipios-, de la mano con la carta que el Presidente Boric guardaba bajo la manga, con la convocatoria al Cosena.
Crímenes que encendieron las alertas
Las muertes de menores de edad en estos últimos meses se convirtieron en el síntoma de un flagelo que ha golpeado de forma transversal a la ciudadanía.
El año 2023 se despidió con una seguidilla de crímenes que encendieron las alarmas. En noviembre, luego de los 35 homicidios consumados reportados, el gobernador de la RM, Claudio Orrego, ya hablaba de un "noviembre rojo".
En tanto, el penúltimo fin de semana largo del año, durante Navidad, se registraron al menos nueve homicidios en distintos puntos del país, además de un menor quien resultó baleado en San Bernardo. El panorama no presentó cambios hacia año nuevo, que arrancó con seis homicidios en poco más de 24 horas.
El pasado fin de semana ocurrieron dos hechos que causaron conmoción y agitaron aún más los ánimos en materia de seguridad. El sábado se halló a dos personas fallecidas al interior de un camión en la llamada "Ruta de la Fruta", entre el cruce entre Malloa y Pelequén, en la Región de O'Higgins.
Con el paso de las horas, se conoció que se trataba de los agricultores Francisco Mora (53) y Raúl Cid (57), quienes fueron atacados por un grupo de delincuentes. El hecho activó la molestia del rubro de los transportistas, quienes incluso dieron un "ultimátum" al Gobierno: esperarían 72 horas para que el Gobierno entregara una "solución real al tema delictual". De lo contrario, se podría concretar un paro.
Ese fin de semana, también se conoció el relato de
dos religiosas quienes fueron tomadas como rehenes por parte de dos sujetos extranjeros, en un asalto a la Congregación Hijas de San José, ubicado en el
barrio Yungay en la comuna de Santiago, la misma zona donde reside el Presidente Gabriel Boric.
"Ellos nos amenazaron que si nosotros gritábamos, nos violaban, que nos quedáramos calladas, y que les entreguemos solamente la plata", relató Eval Lehto en una carta enviada a El Mercurio. La religiosa mencionó además que "las víctimas son el patio trasero de la política y del Gobierno", y que recalcó que "la prioridad importante es la vida, y el derecho a la vida de todos".