"Me pareció importante venir a decirles un par de cosas: lo primero, es que como persona empatizo plenamente con ustedes”, dijo el Presidente Gabriel Boric en medio de un improvisado encuentro con los vecinos del Barrio Yungay que habita como Presidente de la República.
Precisamente esa condición le valió críticas, pues si bien la cuadra donde está emplazada la casa del Mandatario cuenta con resguardo policial especial, sus vecinos han sido víctima de diversos actos de delincuencia.
El último y más reciente episodio fue el que afectó a religiosas de una congregación con histórica presencia en el barrio. Delincuentes ingresaron al inmueble, mantuvieron cautivas a las religiosas, las amenazaron con vejámenes sexuales y se llevaron algunas especies.
Este jueves, vecinos se manifestaron y el Presidente se les acercó.
"Venía llegando del trabajo y me cuentan de esta manifestación. No basta con palabras al aire. Acá lo que se necesita son acciones concretas porque tenemos un problema real en América Latina. La inseguridad afecta a la vida cotidiana de miles de chilenos y chilenas, y restringe el ejercicio de otros derechos".
"Hemos hecho hartas cosas que no han sido suficientes, y por eso hoy tomé varias decisiones en línea de fortalecer precisamente la seguridad, especialmente en la región Metropolitana", explicó.
Al cierre, el Presidente afirmó que la mejor manera de enfrentar los delitos en el corto plazo "es tener mano dura con los delincuentes, y a largo plazo mejorar la cohesión social, por eso es importante esta manifestación".
La "caminata del silencio" inició pasada las 19:30 horas en la intersección de calle Huérfanos con Maipú y se desplazó por las calles del barrio hasta llegar al Parque Portales, hasta donde concurrió Gabriel Boric.