Un alza significativa se produjo el año recién pasado en los postulantes a oficiales y suboficiales de Carabineros, que superaron los 12 mil, prácticamente duplicando la cifra de 2022, cuando se registraron casi 7 mil, y las de los dos períodos anteriores. Los números de los aspirantes mejoran en medio de la crisis de seguridad que afecta al país -con un aumento de homicidios y delitos violentos-, tras verse disminuidos por el estallido de octubre de 2019 y, luego, por la pandemia al año siguiente. Desde la institución policial observan de forma positiva las cifras, porque se estaría volviendo a ingresos similares a los que se dieron en 2018-que se puede considerar un año normal-, cuando se contabilizaron más de 17 mil alumnos. Como la carrera de suboficiales se extiende por dos años y la de oficiales por cuatro, se espera que en el corto plazo se pueda robustecer la dotación que, actualmente, llega a cerca de 57 mil uniformados y ha significado redistribuir personal para enfrentar las exigencias en materia de seguridad; por ejemplo, en los 50 puntos de control especial en la Región Metropolitana, que cuentan con 11 policías cada uno, dados los altos índices de delincuencia en los sectores elegidos. Pese a la baja de las postulaciones en años anteriores, siempre ha habido ingresos, comentan desde la policía uniformada.