Eran cerca de las 21:00 del viernes 8 de marzo cuando el grupo de hermanos franciscanos que se encontraban al interior de la Iglesia de San Francisco, en la Alameda, escucharon a un "grupo reducido de personas" acercarse a la fachada del templo, durante la jornada de la marcha convocada por el Día Internacional de la Mujer, que avanzó desde Plaza Baquedano hasta Los Héroes. Al día siguiente, los religiosos pudieron constatar que su fachada y muros exteriores habían sido profanados por vándalos con consignas sobre el "aborto libre", recriminaciones a la Iglesia Católica, alusiones a Palestina y hasta con un mensaje tipo esténcil que decía: "No todas las mujeres tienen cuerpos femeninos" (sic). Además, los franciscanos lamentaron el robo de piedras del zócalo. El fraile Miguel Correa, guardián de la iglesia, comentó ayer que "esto nos causa dolor e impotencia, porque el templo es un bien de uso eclesial, pero también tienen un carácter de uso público, está en el corazón de Santiago. Es un lugar de espiritualidad, de cultura y de las artes a nivel nacional". Los grafitis en el frontis de la iglesia -la cual es monumento histórico desde 1951- han sido un problema frecuente durante la última década.
