Fueron aprehendidos la semana pasada cuatro chilenos, tres mayores de edad y un menor de 17 años, por la policía de Los Angeles, en Estados Unidos. Esto, por ser sindicados de cometer reiterados robos en el sector de Pacific Palisades.
Agentes encubiertos capturaron a los imputados cuando se subían a un auto en las inmediaciones de Sunset Boulevard. La policía informó que en el vehículo en el que transitaban se encontraron herramientas que podrían relacionarse con robos realizados en febrero en este lujoso barrio donde viven estrellas de Hollywood.
Se trata de Patricio Lian (20), Carlos González-Ravest (20), y Joaquín Muñoz (19) y el menor de edad. El fiscal del distrito presentó cargos por conspiración y robo con allanamiento de morada a uno de los delincuentes, por lo que es el único que se mantiene privado de libertad.
El adolescente, en tanto, hace cuatro meses se encontraba en Estados Unidos con visa de turista y tras la detención fue entregado al Departamento de Servicios para Niños y Familias de Los Ángeles. Sin embargo, escapó del servicio.
El comisario Daniel Morales, de OCN Interpol Santiago, señaló a Emol que "el menor de edad salió de territorio nacional con las autorizaciones necesarias para trasladarse a otro país, utilizando un vuelo internacional directamente a EE.UU. en noviembre del año 2023".
"Él fue acusado por 'conspiración criminal', por lo que el fiscal del distrito no presentó cargos y fue entregado al Departamento de Servicios para la Infancia y la familia, de donde se fue".
Pese a ello, el adolescente fue "nuevamente detenido días después por la Policía de Scottsdale, en Arizona, cometiendo un delito parecido", por lo que actualmente "está bajo la custodia de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas)".
Respecto de los mayores de edad, Morales afirmó que sobre una de ellos dos órdenes de detención pendientes en Chile, por receptación de vehículo motorizado y amenazas a Carabineros. Eso sí, ambas causas están fechadas después de su salida del país.
También señaló que "los detenidos no portaban su documentación: la manera en que se identificaban fue invirtiendo los nombres y ocupando sus segundos nombres como sus apellidos, lo que dificulta su individualización, tanto para las autoridades norteamericanas como para nosotros".
La policía civil de Chile se encuentra en coordinación con el FBI, entidad que identificó a cada uno de ellos.