Histórico. Esta mañana, a 109 años del naufragio del crucero alemán Dresden, el apneista y récord nacional, Daniel Arias, se sumergió cerca de 70 metros en las aguas del Archipiélago de Juan Fernández y llegó a los restos del barco, convirtiéndose en la primera persona en lograrlo en esta disciplina.
Lo hizo bajo el proyecto "Dresden, A-Un Respiro", impulsado por Marenostrum Expediciones, que busca potenciar este deporte: el buceo en apnea, junto con visibilizar la frágil realidad de los restos del monumento histórico, los que se encuentran en la bahía de Cumberland, a 500 metros de la costa y 70 metros de profundidad.
De estos dos motivos surge el nombre "A-Un Respiro", explicó el director de la agencia de turismo, Germán Recabarren. "Es un juego de palabras que buscar mostrar, por un lado, que el apneista desciende de esta manera, pero también como un grito desesperado del crucero y su desprotección", dice.
Con lo anterior en mente, el director de Marenostrum Expediciones comenzó -hace un año- a reunir un equipo. Primero pidió al apneista Daniel Arias -de la escuela Soloapnea- que se uniera a la iniciativa. "Era el único que lo podría concretar siendo récord nacional con 102 metros de profundidad", dijo Recabarren, quien luego de tener el visto bueno de Arias solicitó las autorizaciones correspondientes al Consejo de Monumentos Naturales. Así su idea empezó a encaminarse.
Y a doce meses del comienzo del proyecto, se logró. En total, fueron seis los equipos que se unieron, incluido el de las destacadas apneistas Carol Carrasco, Gloria Bermúdez y Daniela de los Ángeles, quienes conformaron el equipo de seguridad, y acompañaron en diversos tramos a Arias.
Los yates "Ready to Rock" y "Old Fox V", se encargaron de transportar desde Algarrobo y Puerto Montt a los equipos de apneistas y a los miembros de la Fundación Pesci, quienes conformaron el equipo audiovisual submarino. El miembro fundador, Lukas Yunge expresó a Emol que fue un honor "poder participar en este hito histórico para el patrimonio y el deporte nacional", además de la oportunidad de poder viajar a la isla de Juan Fernández, donde sus residentes "se caracterizan por su sentido de pertenencia increíble".
El resultado del trabajo permite visualizar el fondo marino del lugar, el que fue descrito por Recabarren como "algo único en el mundo. Es el lugar con mayor biomasa planetaria, es una explosión de vida lo que se puede encontrar en el mar de Juan Fernández".
No obstante, diferente es la realidad del naufragio, donde informó que se ve "un monumento histórico absolutamente destruido, sin protección alguna". Debido a esta situación, llamó a "delimitar el área".
"Dresden, A-Un Respiro"
Por su parte, Arias manifestó la importancia que tiene el crucero alemán -el cual se hundió en la Primera Guerra Mundial- para los isleños, por lo que este proyecto formó una gran expectativa.
Según contó, hoy es un día importante, "logramos hacer una bajada relativamente exigente de 65 metros de profundidad en apnea, sobre la que veníamos trabajando por un largo periodo", lo que le tomo cerca de tres minutos.
Precisó que el descenso se realiza con una línea vertical ubicada por encima del buque, por lo que es "controlado", ya que estuvo conectado en todo momento. También fue apoyado por el equipo de rescate y seguridad, ante la posibilidad de cualquier incidente.
Profundizó en el trabajo conjunto que se realizó, entre los equipos de buzos, de material audiovisual, etc. "Si logramos esta bajada y este hito aquí, fue como resultado de mucha voluntades que trabajaron en conjunto por conseguirlo".
Revisa las imágenes del suceso
Imagen de la Fundación Pesci.
Imagen de Micael Hobon.
Imagen de Fundación Pesci.
Imagen de Micael Hobon.