En julio de 2020 la escuela Ana Molina fue destruida como parte de una seguidilla de atentados incendiarios contra establecimientos educacionales de Arauco.
El Mercurio (archivo)
Unos tres mil habitantes tiene la localidad de Tranaquepe, en la comuna de Tirúa, Provincia de Arauco (Biobío). A ese territorio, que por años ha sido identificado como una de las "zonas rojas" de la violencia en el sur, pertenece la escuela municipal F-820 Ana Molina. El recinto educacional, mixto, con 115 alumnos y cobertura de prebásica a 8° básico, ha sido protagonista de noticias por diversas causas. En julio de 2020, por ejemplo, sus instalaciones resultaron completamente destruidas como parte de una seguidilla de atentados incendiarios contra escuelas de Arauco, en el segundo de los episodios que han afectado a esa comunidad escolar. Pese a ello, en marzo de este año se informó que sus alumnos obtuvieron el mejor registro comunal en Leguaje de la prueba del Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (Simce), con 269 puntos, un logro fraguado en aulas modulares, a la espera de la reconstrucción de un inmueble definitivo.