Un despliegue previo que incluyo conversaciones con representantes informales de los campamentos, la preparación de los encuestadores y garantizar la seguridad de dichos trabajadores surgen como clave que los expertos observan para que el Censo 2024 logre ingresar a los cada vez mas poblados asentamientos irregulares y recopilar la información necesaria. Se trata de uno de los desafíos que forman parte del proceso a cargo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que esta en plena labor en terreno para visitar todos los hogares del país, incluidas las tomas, donde la criminalidad ha ido en aumento por la presencia de bandas y la ausencia del Estado. Así, el reto es llegar a esas entre 350 mil y 500 mil personas que, se estima, viven en campamentos, por lo general, en condiciones muy precarias. A fines de 2022, el INE llamo a una mesa para estudiar las medidas que le permitieran ingresar a los asentamientos. La instancia conto con la participación de los ministerios de Desarrollo Social y de Vivienda, como también de las organizaciones Déficit Cero y Techo. Allí, el ente estadístico recibió información existente sobre los asentamientos informales, sus accesos y las calles que los componen.
