Este martes, el Presidente de la República, Gabriel Boric, condicionó el impulsar cambios al sistema político a zanjar antes la discusión previsional que hoy está alojada en la comisión de Trabajo del Senado.
Esto no fue bien recibido por la oposición, desde la derecha lo catalogaron como un "chantaje" y un "balde de agua fría", mientras que el oficialismo se dividió ante la propuesta del Mandatario.
El senador Juan Luis Castro (PS) sostuvo que hoy día las reformas tienen un valor ciudadano incalculable pero si no modificamos el sistema político a fondo, el nivel de segmentación, fraccionamiento y de imposibilidad de gobernabilidad va a ir creciendo".
A su juicio, "no podemos dejar de lado para otra época, siendo que estamos entrando en ciclo electoral, a seis meses de una elección como la municipal y gobernadora y después parlamentaria y presidencial, dejar esto a mitad de camino. Esta es la hora de cambiar el sistema político, lo cual puede ser doloroso para algunos, puede ser algo que amenace a otros que ven en el umbral del 5% el fin de la existencia".
Por su parte, el senador Juan Ignacio Latorre (RD) aseguró que "nuestra disposición a hacer cambios al sistema político está, pero que hay que hacerlo de la mano de construir un estado social y democrático de derecho, que es lo que los expertos en el segundo proceso constitucional acordaron de manera transversal".
A su vez, la diputada Camila Rojas (Comunes), recalcó que "el Gobierno tiene una agenda, una agenda que tiene prioridades bastante claras y una de ellas es la reforma de pensiones, otra es el pacto fiscal".
Aseguró que "nunca nos vamos a negar a la importancia que tiene dar el debate sobre el sistema político, pero sí nos parece muy relevante que las prioridades del Gobierno, y especialmente del Frente Amplio, están puestas en las reformas sociales, que son los temas que le interesan a las personas y que son los temas en que tenemos el deber de avanzar".
Mientras que el diputado Tomás Hirsch (Acción Humanista) indicó que "es necesaria una reforma al sistema político, qué duda cabe, pero esa reforma hay que pensarla y planificarla muy bien, porque no puede ser a costa de volver a una suerte de binominalismo, no puede ser a costa de partidos que son más pequeños y que están en un proceso de desarrollo y crecimiento".
En su opinión esto tiene que estar enfocado en "sanciones fuertes a diputadas o diputadas que rompen la estructura partidaria, que votan de cualquier manera contraviniendo lo que han sido sus compromisos previos, que se salen de un partido y entran a otro según su propia conveniencia. Esas son cuestiones que me parecen fundamentales a aquellos que se salen de las bancadas, pero no me parece correcto que se limite la existencia y la participación de partidos políticos que están en proceso de crecimiento".
Eso sí, recalcó que "no tenemos que legislar apurados, tenemos que legislar por el contrario, en un proceso de transición, en que no modifiquemos las cosas en el corto plazo, porque ya está primando el cálculo electoral".