PDI
Un caso insólito se dio ayer miércoles en Rancagua. Y es que personal de la Brigada de Homicidios de la PDI, en compañía de peritos del Laboratorio de Criminalística, llegó hasta una vivienda ubicada en el sector poniente de la capital de la Región de O'Higgins, con la finalidad de verificar la existencia de un cuerpo al interior de aquel domicilio.
Esto, luego que un hombre de 70 años se acercara a la Fiscalía para regularizar el fallecimiento de su esposa, quien habría muerto en septiembre del año 2022, a los 67 años de edad, producto de una enfermedad terminal y cuyo cuerpo mantendría desde esa fecha en su casa.
Debido a lo anterior, el personal de la policía civil se trasladó hasta la vivienda señalada y comprobó que en el patio de la propiedad, sobre un altar, había un ataúd que fue abierto junto a personal del Servicio Médico Legal.
Tras abrir el féretro, se corroboró que contenía un cuerpo que aparentemente correspondería a una mujer.
Sin embargo, de acuerdo a lo señalado por la PDI, y a pesar que todos los indicios indican que efectivamente se trataría de la esposa del hombre de 70 años, todavía no es posible acreditarlo de manera científica, debido a su avanzado estado de descomposición, razón por la que será examinado por el Servicio Médico Legal.
Desde la policía civil indicaron que, pese a que el hombre contaría con un certificado de defunción de su cónyuge, se desconoce de manera certera por qué no habría iniciado los trámites para sepultarla, conforme a las normativas existentes.
La PDI explicó que "en el procedimiento efectuado, el cónyuge fue apercibido como imputado en la investigación por infracción a las normas sanitarias y una posible inhumación ilegal".
Este caso hace recordar el ocurrido hace unas semanas en Ñuñoa, cuando una mujer dejó el cuerpo de su pareja en la calle dentro de una maleta.
En el interior estaba Erica Fernández (59), quien habría fallecido en abril del año pasado, y a quien Lorenza Ramírez (80) mantenía a su cuidado. Esto, por un supuesto "pacto" entre ambas de que cuando una muriera, la otra la cuidaría.