Dayonis Orozco tras ser detenido por la Policía de Colombia.
El Mercurio
Ubicar y detener al ciudadano venezolano Dayonis Orozco, el único prófugo del asesinato del teniente Emmanuel Sánchez, era clave para el Ministerio Público. Su captura debía ser antes que consiguiera llegar a su país de origen, comentaban entre los investigadores, porque de lo contrario pasaría a la clandestinidad. Fue el pasado 26 de abril recién pasado que personal del OS9 de Carabineros y los fiscales Pablo Sabaj y Felipe Olivarí, de la zona metropolitana Centro Norte, consiguieron su arresto en Colombia. Mientras que en el caso del secuestro y homicidio del exteniente venezolano Ronald Ojeda también se apuesta a la ayuda internacional, pues existen dos imputados prófugos, Walter Rodríguez y Maickel Villegas, de la misma nacionalidad que la víctima. Según cifras de la unidad especializada en cooperación internacional de la Fiscalía Nacional, las solicitudes que Chile ha realizado a otros países, pidiendo información o extradiciones, aumentaron en un 30% entre 2022 y 2023: pasaron de 1.254 a 1.632 requerimientos en un año. Y solo entre enero y marzo de 2024 hubo 370 solicitudes internacionales. Una estadística que se conoce en medio de la crisis de seguridad y en el marco del avance del crimen organizado, con nuevos "actores" en el hampa nacional. Así, por ejemplo, no solo en el crimen del teniente Sánchez estuvieron involucrados extranjeros, sino también en el del cabo Daniel Palma, ocurrido en abril del año pasado. Diez imputados en total, recuerdan desde el Ministerio Público. Sobre este incremento, el director de la Unidad de Cooperación Internacional y de Extradiciones (Uciex), Juan Pablo Glasinovic, explicó que los tratados de extradición, por ejemplo, se han ido perfeccionando: "Es algo que es cada vez mas común, en paralelo al fenómeno criminal y también a lo que significa la movilidad de las personas".
