El fiscal jefe de la Región de La Araucanía, Roberto Garrido.
El Mercurio
El líder de la CAM, Héctor Llaitul, fue condenado hoy martes a 23 años de cárcel tras ser declarado culpable de dos delitos consumados y contemplados en la Ley de Seguridad del Estado, además de usurpación violenta de un predio, hurto simple y atentado contra la autoridad.
El persecutor Roberto Garrido, quien encabeza la Fiscalía Regional de La Araucanía, que había solicitado 25 años de prisión, manifestó estar conforme con el trabajo realizado.
"Creo que la investigación fue muy acuciosa, se realizó en términos objetivos y respetando los derechos de las personas involucradas", agregando que fue un trabajo conjunto y muy coordinado entre las fiscalías de la Macrozona sur y la PDI. "Esta sentencia refleja precisamente el trabajo que hemos efectuado", dijo.
Además, definió la sentencia como un "hito importante", pero aseguro que no es de "ninguna forma el final del trabajo que está realizando la Fiscalía (...) a partir de ahora tenemos varias investigaciones en las que estamos trabajando con la información que hemos recabado de esta misma indagatoria y con otras que estamos realizando desde hace bastante tiempo", nuevamente trabajos realizados en conjunto con la PDI y fiscalías de la zona.
En cuanto a las pruebas, indicó que fueron entregadas un "cúmulo de antecedentes de una investigación muy extensa que implicó una gran cantidad de tiempo y esfuerzo", explicando que no solo se reunieron testimonios, sino que pericias, las que "permitieron situar al imputado en el sitio del suceso, análisis de los tráficos telefónicos, la información extraída de su teléfono celular, fotografías que lo sitúan directamente en la Comisión de Acciones de Sustracción de Madera, en la adquisición de armas y de municiones".
De esta manera, cuestiono que el condenado se haya aparecido portando armas, indicando que esto demuestra "la veracidad de las imputaciones de la que era objeto", además de demostrar "que el imputado, cuando declara en el juicio y niega tener cualquier aproximación a armas de fuego, estaba mintiendo". Así comentó que este juicio "ha permitido demostrar cuál es el verdadero rostro del condenado, cuáles eran verdaderamente sus intenciones y sus acciones, y eso es lo que lleva, en definitiva, a imponer una pena tan grave como la que hoy día ha sido conocida".
Finalmente la ser consultado por la desarticulación de la CAM, tras encontrarse diversos participantes detenido, concluyó que "no me atrevería a decir que hay una desarticulación, lo más probable es que esta orgánica, que son muy flexibles, tienden a reorganizarse, es perfectamente posible que el señor Llaitul siga ejerciendo una función de liderazgo. Yo creo que hoy día el desafío es poder estar muy atento a las nuevas formas de organización que van a adquirir estos grupos y evitar que sigan incurriendo en las conductas que en definitiva hoy día implican la condena de su líder".