En medio de la escalada de la crisis abierta por la muerte del conscripto Franco Vargas en Putre y los cuestionamientos a la forma en que se comunicó lo ocurrido -marcado por versiones contrapuestas-, ayer el comandante en Jefe del Ejército, Javier Iturriaga, no sólo reconoció "falta de precisión" frente a los antecedentes entregados, sino que relevó de sus cargos a nuevos mandos.
Ayer, Iturriaga
relevó de sus cargos y propuso el retiro de los dos principales mandos militares de la zona: el comandante en jefe de la VI División general de brigada, Rubén Castillo Herrera, y el comandante de Brigada Motorizada N°24 "Huamachuco", coronel Sebastián Silva. Se trata, además, de dos oficiales a cargo de una jurisdicción estratégica, en la frontera con Perú y Bolivia, precisamente por sus buenas calificaciones y cualidades.
El martes, el Ejército había anunciado -mediante una declaración- que Iturriaga había decidido relevar de sus cargos a seis oficiales: un oficial comendante de sección, tres suboficiales comandantes de escuadra y dos suboficiales que participaron en la ejecución de la marcha.
Aquellos se sumaban así a la misma medida que la máxima autoridad militar había comunicado el lunes, y que recaía sobre un capitán y un teniente coronel, sobre los que Iturriaga prefirió no revelar sus nombres, sin embargo, señaló que ellos fueron "indudablemente los comandantes directos que tuvieron participación en la campaña y en la ejecución de la marcha".
Así las cosas, las decisiones de Iturriaga ocurren luego que varios parlamentarios comenzaran a pedir su salida de la institución castrense, mientras que ayer, el Presidente Gabriel Boric, anunció que convocó para mañana viernes a una reunión en La Moneda a la ministra de Defensa, Maya Fernández, y al comandante en Jefe del Ejército, para que detallen lo ocurrido y tomar medidas para que estos hechos vuelvan a repetirse. "Verdad y justicia", dijo el Mandatario.
Si bien la investigación está radicada ahora en la justicia militar, la querella presentada por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) por apremios ilegítimos, abrió la posibilidad de que la justicia civil tome el caso. Por ahora, el fiscal de Arica, Mario Carrera, está evaluado los antecedentes para tomar una determinación, lo que debería ocurrir "prontamente", de acuerdo a lo que comentó esta mañana el fiscal nacional, Ángel Valencia.
¿Qué señales entrega Iturriaga tras las determinaciones de relevo y remoción de cargos? y ¿qué efectos trae frente a las labores que realiza el Ejército en la frontera norte? En conversación con Emol, expertos desglosan los efectos en medio de la crisis.
"Una señal potente"
Alfonso Kaiser, magíster en ciencias navales y académico del Master of Engineering de la U. Andes, comenta que la actividad castrense no está exenta de riesgos y requiere una preparación a nivel institucional sobre cómo se gestionará la respuesta ante determinados acontecimientos, y "si se materializa este riesgo, cómo hacemos para afrontarlo de la mejor manera posible, las medidas que se tomarán, quien y cómo las ejecutará".
"Aquí, entonces, esa planificación previa no estaba, o no se siguió; y ahí afloraron todas las descoordinaciones o malas informaciones que todos vimos y que esperamos no se vuelvan a repetir en el futuro.
No creo que haya habido ni mala fe ni afán de ocultar información, pero claramente, como mencionó el comandante en Jefe, hubo desaciertos", añadió.
Para Kaiser, ante errores y problemas de la magnitud de lo ocurrido en Putre, "es esperable" que se exija la salida de los responsables del mando. "Está la cadena de mando y hay una responsabilidad de esa cadena, del hecho particular del accidente, y además, de no haberlo comunicado bien; porque obviamente hubo un problema que se suscitó no sólo con el accidente sino que después de. Y el comandante en Jefe vino a arreglarlo. Me parece bien como lo tomó ahora. Hay muchos factores en juego que tiene que analizar".
Por su parte, Richard Kouyoumdjian, vicepresidente de AthenaLab y experto en defensa y seguridad nacional, recalca que en el momento en que ocurrieron los hechos, Iturriaga estaba en Estados Unidos, y a su regreso, "vio qué ocurrió, antes de tomar decisiones a tontas y a locas", de ahí en adelante, decidió relevar a oficiales y suboficiales de sus cargos, y luego, proponer el retiro a dos altos mandos de la zona de Arica.
Con aquello a la vista, más los sumarios internos en el Ejército, además de la solicitud de un ministro en visita de la Corte Marcial, para el experto es una "buena señal" la actuación de Iturriaga, más allá de que la indagatoria tenga que resolver la situación que afectó al soldado Vargas, "si es que fue un problema médico o si el ejercicio estuvo bien conducido; aparentemente no, porque de lo contrario, el general no hubiera relevado de sus cargos a estas personas".
"También veo muy bien que haya salido a decir que 'nos equivocamos' o que la información preliminar no era del todo correcta. Para una autoridad de ese nivel, en Chile, salir a reconocer que se equivocó o estaba mal informado, es bastante potente; habla de la humildad y la sinceridad de Iturriaga que no he visto en políticos o autoridades de Gobierno", afirmó.
Otra área que queda para despejar es si hubo una falla local o una falla sistémica del modelo de operación del Ejército. "Eso también hay que revisarlo, pero no veo soldados de otras brigadas pidiendo bajas, pasó con Huamachuco y punto", formuló Kouyoumdjian.
Frontera norte y otras "urgencias" a resolver
Frente al estado de la frontera norte, los expertos coinciden en que estas decisiones de llamar a retiro y relevar de cargos la deja descuidada y que se requiere un actuar rápido para continuar con las tareas que cumple el Ejército en la zona, pero de paso, se debe evaluar cómo se resuelven, en general, las urgencias.
El investigador de AthenaLab recuerda que la institución castrense hoy colabora en el norte con el resguardo de frontera, cumple tareas en la macrozona sur y eventualmente va a participar en seguridad pública, por lo que el tema del norte hay que resolverlo rápido. Tenemos todavía un Ejército que todavía depende en gran medida de los soldados conscriptos, no sólo de la tropa profesional y suboficiales".
Precisa que "urge resolver esta situación", y que el Ejército determine si va a apuntar a "soluciones más caras, como la tropa profesional, o continuar el modelo del servicio militar, para manejar todos estos requerimientos adicionales".
Kaiser, por su parte, resaltó que efectivamente la frontera norte queda descuidada sin la comandancia de Arica, "pero esto es parte de lo que uno ve y lo que finalmente tuvo que evaluar y esa es la complejidad de ser comandante en Jefe. Una de las cosas que tiene que evaluar es justamente esto".
"En plena guerra de Ucrania reemplazaron al comandante en Jefe del Ejército; entonces, siempre (y eso lo que se tiene que evaluar), es bueno hacer cambios, y hay que sopesar si es que el cambio me va a dejar en una mejor posición de la que estoy ahora o no", expresó.
En esa línea, subraya que "claro que debilita porque es un cambio, y en ese sentido, por ejemplo, la gente que utiliza ilegalmente los pasos fronterizos de la zona de el paso de Arica, ven esto como una oportunidad y el país como un riesgo; pero también puede ser una oportunidad de mejora mucho mayor".
"Sin embargo, lo que uno espera es que este cambio sea para mejor, que se traduzca en un Ejército más robusto para lo que tiene que hacer el Ejército y que no se comentan los mismos errores".
