A cargo de la persecutora jefa de Alta Complejidad de la Fiscalía Metropolitana Occidente, Paulina Díaz, se encuentran las primeras diligencias del caso de la muerte de la aspirante a Gendarmería Ignacia Albornoz (18). Según la denuncia de su familia, luego de haber padecido influenza y tener un breve período de reposo a través de licencia médica, fue sometida a intensas actividades físicas que habrían empeorado su condición. Con el fin de reconstruir los hechos y determinar posibles responsabilidades, la fiscalía abrió una investigación en este caso. Y si bien primero recayó en la jurisdicción del Biobío, la semana pasada fue asignada al fiscal regional metropolitano Occidente, Marcos Pastén, quien la derivó a Díaz. Dada la urgencia por resguardar la evidencia, la semana pasada se realizaron las primeras diligencias con incautaciones en la Escuela de Gendarmería de San Bernardo Álex Villagrán Pañinao. Según se confirmó a "El Mercurio", el miércoles 15, la fiscal Díaz se trasladó hasta este recinto -sin previo aviso a la institución penitenciaria-, donde permaneció entre las 17:00 y 21:00 horas acompañada de agentes de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE), de la PDI. Allí, junto con recorrer cronológicamente los desplazamientos que realizó la aspirante fallecida en los días que se indagan, la persecutora reviso la condición de las aulas, el patio, las duchas en que se bañan los reclutas, visitando además los dormitorios, incluyendo la habitación en la que dormía Ignacia Albornoz.