Una carrera por
US$50 podrían cobrarla incluso por US$5.000. Eso es parte de la estafa que realizaba una
banda en el aeropuerto de Santiago y que abusaban de turistas extranjeros, ojalá de habla distinta a la española.
Fue desbaratada y hay
17 detenidos, entre captadores, taxistas y quienes finalmente realizaban el cobro muy aumentado del original.
"Los máximos estafadores son los captadores. Es el que está esperando a los pasajeros cuando salen de la mampara y los embauca, les ofrece un viaje por tal monto y después los joden. Hasta se hace pasar por nosotros", señala
Hugo Escobar, presidente del sindicato de taxistas oficiales del aeropuerto.Estos captadores son gente preparada, algunos
hablan tres o cuatro idiomas. Y todo para intentar ganarse la confianza de su "víctima".
Tras esto, se comunican vía WhatsApp o radio con los
"taxistas piratas" que los están esperando en el estacionamiento. "Muchas veces ni pagan estacionamiento, hace el que nosotros llamamos trencito y salen del recinto", agrega Escobar.
Ya en el recorrido corre el "taximetro", también adulterado. Y llegan a su destino, en su mayoría hoteles. Ahí los está esperando un tercer integrante de la banda.
"Usan máquinas ya adaptadas, adulteradas y le aumentan de forma desconsiderada los cobros. Y como muchas veces el turista no entiende y usa tarjetas de crédito sin tope, les cobran lo que quieren. Hemos visto carrereas cortas por 7 millones de pesos", se queja el dirigente.
Escobar cuenta que ellos ya tienen identificados a los estafadores y que en muchas ocasiones han tenido enfrentamientos. Los conocen y han presentado denuncias, por eso celebran este golpe dado por el OS9 y la Fiscalía Metropolitana Occidente.
Los 17 detenidos, entre captadores, taxistas y cobradores, fueron formalizados por estafas reiteradas.
"Ojalá sigan cayendo, porque nos afectan a los legales", cierra Escobar.