Apuntando que la ausencia de un conocimiento acabado del estado de la investigación ha provocado una agudización de su "percepción de inseguridad", familiares del ex teniente venezolano Ronald Ojeda, disidente del régimen chavista secuestrado y asesinado en febrero pasado en la Región Metropolitana, anunciaron a la fiscalía sus intenciones de ser trasladados a un tercer país, que no sea Chile ni Venezuela. Esto, en medio de un proceso investigativo que cuenta, de momento, con solo un detenido, correspondiente a un supuesto adolescente, y con al menos dos prófugos identificados como Walter Rodríguez y Maikel Villegas. Estos últimos, venezolanos que pertenecerían al Tren de Aragua. Se trata de un caso que, además, ha estado marcado por una serie de opiniones encontradas entre autoridades chilenas y venezolanas, tanto respecto de los detalles de la indagatoria, como en cuanto a la ubicación de los responsables y el eventual móvil del crimen. En este escenario, a través de su abogado, Juan Carlos Manríquez, la viuda y la hermana de la víctima realizaron una serie de peticiones al órgano persecutor, las que incluyen una solicitud de apoyo de instituciones internacionales en la causa. Así consignan dos correos enviados por Manríquez al fiscal Héctor Barros, que encabeza la investigación, donde solicita, en nombre de familiares de Ojeda, entre otras cosas, acceso al expediente, señalando que el 4 de junio pasado se habría cumplido el plazo de secreto. De lo contrario, apunta el correo, se pidió la resolución judicial que decrete un nuevo plazo.
