Conmoción ha generado el homicidio de cuatro jóvenes -entre 13 y 17 años- en medio de una balacera registrada la madrugada del domingo en la comuna de
Quilicura. Los jóvenes recibieron una ráfaga en plena vía pública, desde un vehículo en movimiento que lanzó cerca de 40 proyectiles.
Junto a ese ataque, mientras los jóvenes participaban de un cumpleaños, otros dos menores de edad y un adulto resultaron heridos. El domingo, a eso de las 15.00 horas, desde el hospital San José -donde todos fueron trasladados de urgencia- reportaron la muerte del cuarto adolescente, de 16 años.
El deceso de los adolescentes ha vuelto a poner en el debate una situación que preocupa a las autoridades: la muerte de menores de edad en casos de asesinatos.
A principios de mes, el fiscal nacional, Ángel Valencia, comentó en entrevista con El Mercurio que se trata de una preocupación pública y evidente, con sustento en la realidad: "En 2023 aumentó la cantidad de niños víctimas de homicidios respecto de 2022. O sea, bajó la cantidad de homicidios y tenemos más homicidios esclarecidos (...), pero aumentó la cantidad de homicidios en los cuales los niños son víctimas".
En 2022 hubo 54 casos de niños que fallecieron en homicidios, mientras que en 2023 la cifra llegó a 66, lo que "representa un alza en la tasa del 23% (de 1,2 a 1,5, respectivamente)", añadió el fiscal nacional.
Por su parte, el delegado presidencial de la RM, Gonzalo Durán, calificó como "especialmente doloroso" lo ocurrido, y sostuvo que "es un nuevo hecho violento en que se han utilizado armas de fuego, que han terminado con la vida (...) de niños". Desde el Congreso, en tanto, piden que el Gobierno tome esto "en serio", e incluso, apuntaron a que se convoque a una reunión del Consejo de Seguridad Nacional (Cosena).
Esta mañana, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, reconoció -en conversación con Radio Duna- que "esto ha venido pasando lamentablemente, en este tipo de delitos violentos en nuestro país con el uso de armas de fuego, que han cobrado la vida de menores de edad, que es probable que tenga que ver con ajustes de cuentas, aunque esto lo va a determinar la justicia".
En esa línea, aseveró que "el refuerzo de la política de control de armas es clave", dado que "terminan en manos de menores de edad armas de fuego o terminan en manos de personas adultas que finalmente la utilizan para cometer delitos y eso cobra la vida de menores. Entonces, ahí reforzar este proceso".
Cifras de la Defensoría de la Niñez
En enero de este año, la Defensoría de la Niñez, se pronunció sobre este tema, con una evaluación sobre la situación de niños fallecidos producto de armas de fuego.
"En comparación a 2019, desde 2022 se ha identificado un aumento de los homicidios, lesiones y violencia sexual a niños, niñas y adolescentes que resultan altamente preocupantes", señalaron.
Respecto de los fallecimientos de niños, niñas y adolescentes producto del uso de armas de fuego, si se observan los datos desde el año 2000, se identifica un incremento importante en el 2022, cuando las muertes llegaron a 49, 20 más que en el 2021 (ver gráfico al final).
Al desagregar la información por región, la Región Metropolitana encabezaba la lista en el 2023 con un total de 25 defunciones por este motivo, seguido de Biobío con 4.
Pero al analizar la tasa por cada 100 mil habitantes, la región de Tarapacá es la que presentaba una mayor tasa con respecto a su población de todo el país, con 9,56, seguido de la región del Biobío, con 8,43.
En la revisión por comunas, el Observatorio señala que Iquique es la que presenta la mayor cantidad de casos del país, con nueve defunciones por este tipo de fallecimiento entre 2021 y 2023, seguido de San Bernardo y Renca.