Una nueva cárcel de máxima seguridad en la Región Metropolitana. Ese fue uno de los grandes anuncios que hizo esta mañana el Presidente Gabriel Boric, luego de la reunión del gabinete de Seguridad que hoy encabezó en La Moneda, a raíz del violento fin de semana que dejó 15 muertos.
El Presidente sostuvo que de aquí a fin del Gobierno se prevé tener 100 plazas adicionales en la cárcel La Laguna y otras 100 en la cárcel de Antofagasta. "Pero sobre esto, he instruido la construcción de un nuevo recinto especial, de alta y máxima seguridad, concretado lo que se venía trabajando hace tiempo por parte del Ministerio de Justicia", dijo Boric.
La idea, es que el recinto permita "el control efectivo de los criminales líderes de las bandas organizadas", y tendrá un costo aproximado de $90 mil millones, "y aumentará en 500 las plazas (cupos) de este tipo de cárceles)".
Para que la iniciativa se concrete, el Presidente enviará un proyecto de Ley al Congreso, para exceptuar varios trámites y permisos que usualmente demoran la ejecución de estos proyectos, dada la prioridad del tema. "Espero contar con la colaboración y el sentido de urgencia del Congreso en esta materia", subrayó.
Detalles del proyecto
Posteriormente, la ministra del Interior, Carolina Tohá, descartó señalar la comuna de la RM donde se ubicará el recinto, pero afirmó que ya estaba decidido. Según versiones de prensa, y ante debates previos en torno a instalar una nueva cárcel en la RM, se habría considerado en algún momento las comunas de Til Til o, incluso, el centro de Santiago, cercano a los tribunales de justicia.
La ministra entregó algunas luces del modelo que tendrá el recinto. En términos generales, tomará "las mejores experiencias de alta seguridad que hay en el mundo, que se conocen, están instaladas en el continente europeo, donde se ha logrado la articulación de quienes están cumpliendo penas para la comisión de delitos". Esto,
junto con descartar que se aplique el modelo salvadoreño.
La ministra aseveró que la idea se viene barajando hace tiempo en el Gobierno y esto contempla medidas para minimizar los posibles "conflictos" que se puedan generar en el lugar escogido. "Parte de tener el foco en tiempos rápidos de ejecución es, precisamente, prever esa situación y elegir lugares donde esos frentes no estén abiertos".
Dónde ubicar la cárcel
En conversación con Emol, expertos en seguridad abordan los elementos claves a considerar para la instalación de una nueva cárcel en la RM, desde la zona donde se emplazaría, el cómo enfrentar las externalidades negativas asociadas, las compensaciones a la comuna involucrada, y más relevante aún, la política carcelaria que regirá.
Juan Castañeda, sociólogo y experto en seguridad de la Universidad Autónoma, comenta respecto al emplazamiento del recinto, que este tipo de definiciones se determinan, generalmente, "a través de una coordinación entre Justicia y las autoridades de Gendarmería, y se consideran lugares que puedan tener mayor nivel de control y seguridad hacia el exterior".
"Viendo la dinámica de la presión que tienen algunos alcaldes, es probable que esa cárcel, si no está instalada en las comunas que ya tienen distintos carcelarios, probablemente se instale en la zona semiurbana de la Región Metropolitana. Esto es más alejado del radio céntrico, pero con compensación hacia esa comuna".
Juan Castañeda, sociólogo y experto en seguridad, U. Autónoma
El experto añade que, habitualmente, se considera la instalación "quizás en las comunas que ya tienen recintos penitenciarios, u otras comunas que reúnen ciertos requisitos de accesibilidad y de control con respecto al tema de la seguridad".
"Ahora, viendo la dinámica de la presión que tienen algunos alcaldes, es probable que esa cárcel, si no está instalada en las comunas que ya tienen distintos carcelarios, probablemente se instale en la zona semiurbana de la Región Metropolitana. Esto es más alejado del radio céntrico, pero con compensación hacia esa comuna", acota.
En la misma línea, Alfonso Kaiser, académico del Master of Engineering de la U. Andes, comenta que, en efecto, Región Metropolitana tiene áreas que no están pobladas donde se podría instalar una cárcel de alta seguridad, ya sea en el norte o en el sur.
"Aunque esto tiene un problema, ya que cualquier área cercana se verá afectada. Y todos los efectos son más bien negativos que positivos; la legislación actual no permite que en los lugares donde se instale una cárcel, vayan a existir externalidades positivas. Entonces, esto será un gran debate, se demorará mucho en cuanto a dónde instalarla, y después construirla", aseguró.
Hay otros elementos a considerar, dice por su parte, Pilar Lizana, experta en seguridad de AthenaLab. Por ejemplo, que la cárcel "esté cercana a los tribunales de Justicia, elegir una zona donde se pueda trasladar el alimento y sacar la basura, y por cierto, ponderar los efectos en la comunidad que estará cerca de la cárcel".
"Compensación" a la comuna
¿Cómo se dan las dinámicas de "compensación" a una comuna que tendrá un recinto penitenciario? Castañeda comenta que la inversión pública es clave en ese sentido.
"Por ejemplo, si los alcaldes necesitan mejorar la atención primaria con la instalación de Cesfam, acondicionar recintos como los colegios públicos, mejorar el tema de la alimentación, hay una larga tradición en Chile en la red de intermediarios que tiene el aparato estatal, y los alcaldes, los consejeros regionales pueden colaborar en eso", precisa el académico.
Es decir, se trata más buen de una suerte de negociación política -con la red de intermediarios que tiene el aparato estatal-, que no es ilegal, sino que es algo "naturalizado", dice Castañeda. Y esto responde a una lógica en la que Chile está muy "al debe" en torno a la instalación y construcción de cárceles.
"No hay una dinámica tan profesional como se hace en países europeos, donde se hace una activación estadística, probabilísticas del fenómeno criminológico, con observaciones en función de la densidad poblacional, o del número de denuncias. No existe en Chile, lamentablemente", sostiene.
Lizana añade otro factor respecto a la comunidad, y es el impacto que tendrán, por ejemplo, "el valor de los terrenos o parcelas cercanas a la cárcel".
Política carcelaria y Gendarmería
Este escenario abre otra pregunta: si efectivamente en la RM se debería construir una cárcel, considerando que el perfil de los reos que eventualmente llegarían a ese recinto, serían líderes o miembros del crimen organizado, de acuerdo a lo que mencionó el Presidente Boric.
Por eso, "si se va a construir una cárcel para reos de alta peligrosidad, es relevante tener claro cuál va a ser la política carcelaria que se les aplicará", dice Lizana.
"No es sólo construir la cárcel, si no que ver si es que Gendarmería es capaz de mantenerla y operarla. Tenemos algunas cárceles que son privadas, pero de cualquier manera, están bajo y sujetas al control de este servicio".
Alfonso Kaiser, académico U. Andes
Y eso incluye la capacidad que tiene el recinto, que será de 500 cupos, de acuerdo a lo informado por el Gobierno. "El último reporte del Observatorio del Narcotráfico del Ministerio Público, hablaba de 800 personas pertenecientes al crimen organizado dentro de las cárceles, es decir, a la fecha, ya hay más de mil. Entonces la pregunta ahí es por qué 500 cupos, y qué se hará con el resto de la población penal", sostiene la experta.
Kaiser plantea, además, que el dilema "no es sólo construir la cárcel, si no que ver si es que Gendarmería es capaz de mantenerla y operarla. Tenemos algunas cárceles que son privadas, pero de cualquier manera, están bajo y sujetas al control de este servicio".
Es decir, se debe contar con un número de personal necesaria y la gente adecuada para hacerlo, "y hoy por hoy, Gendarmería no ha evidenciado tener esa capacidad y fortaleza como institución, para generar un control real de las cárceles".
En ese sentido, el académico de la U. Andes recuerda los últimos eventos de la destrucción de una cárcel de seguridad, "donde se logró el objetivo de los presos, que tenía que ver con que fueran trasladados".
"Hay estudios que evidencian que un 50% de los gendarmes, tienen alguna actividad delictual con la población penal; y eso visto por otros gendarmes. Antes de entrar a ver la construcción de una cárcel de alta seguridad, veamos si las organizaciones que tienen que mantenerla, custodiarla y operarla, estén a la altura", zanjó.