Como un "deseo inconfesado" de que participen menos personas en las elecciones del próximo octubre, que las que votaron en los procesos constitucionales. Así define el ex parlamentario y analista electoral, Pepe Auth, el trasfondo del veto que ingresó ayer el Gobierno.
El texto del Ejecutivo fija en aproximadamente $33 mil la multa por no concurrir a votar, mientras que el techo inicial era de $200 mil, y en la comisión mixta, había alcanzado los $160 mil. En definitiva, cerca de un 16% de la sanción inicial.
En conversación con Emol, el analista proyecta, de todas formas, una alta participación, similar a la que se registró para la elección del Consejo Constitucional, donde hubo 10,3 millones de votos válidamente emitidos.
Sobre el rol del Gobierno una vez iniciada la campaña, comenta que si éste se "mete demasiado, aumenta la dimensión de plebiscito a su propia gestión. Por lo que debiera más bien sobrevolar la elección, promoviendo la participación". Y es que de primar esa "dimensión de plebiscito", afirma, al oficialismo le irá "peor", y la oposición podrá sacar ventaja de aquello.
— ¿Cómo se traduce, a su juicio, que el veto del Gobierno fije una multa de $33 mil por no votar?
La discusión previa en el oficialismo, la instalación de la duda respecto del veto, la incorporación a última hora de la distinción entre electores y ciudadanos, y finalmente, la rebaja de los $160 mil de la comisión mixta a $33 mil del veto hablan del deseo inconfesado de una participación menor en octubre que en los plebiscitos de salida y la elección del Consejo Constitucional.
— ¿Concuerda con la idea que han planteado algunos analistas de que se trata de un voto voluntario "soterrado"?
No. La multa es baja, pero para la mayoría de los electores no habituales, 33 mil pesos es un precio que no estarán dispuestos a pagar. Porque es precisamente en los grupos sociales más pobres donde está la mayoría de los votantes obligados. Además la noticia principal es que hay multa, citación a juzgado y todo eso. Son menos los que se fijarán en el monto de la multa y harán el raciocinio. Para la mayoría es más simple: es obligatorio y hay una multa.
— Usted comentó en X que Boric "desnuda su deseo de que vote menos gente", pero que aún así proyecta 10 millones de votos válidos. ¿Cómo se producirá este escenario de participación?
En la elección de consejeros constitucionales votaron válidamente 10,1 millones. En los plebiscitos lo habían hecho más de 12 millones.
— ¿Cómo movilizar a los votantes con un voto obligatorio con bajas multas? ¿prevé que pueda existir una campaña muy polarizada donde cada sector llame a sus propios nichos?
Esta elección involucra miles de candidaturas a alcalde, gobernador regional, cores y concejales; el clima preelectoral está asegurado, con obligatoriedad y multa, debiéramos esperar un número similar a la del Consejo Constitucional. Los plebiscitos son una decisión binaria, más simple, tienen mucho menos nulos y blancos.
Esta no es una sola elección, son 345 elecciones de alcalde, 16 de gobernadores regionales, más de 300 elecciones de Cores y más de 2 mil elecciones de concejales, por lo que hay tantas campañas como elecciones. En todo caso, las elecciones uninominales (alcalde y gobernador) por definición no son de nicho, se busca representar al conjunto de los ciudadanos, o al menos a la mayoría de ellos.
Es en concejales y cores donde se vota predominantemente (al menos en las comunas grandes) la marca política e identidad ideológica de los candidatos. Allí se medirá la fuerza diferenciada de cada sector y partido político.
De todas maneras, en alcaldes y gobernadores veremos a la oposición buscando convertir la elección en un plebiscito al gobierno y al Presidente Boric, y al oficialismo buscando alejar esa dimensión para llevar la elección a la evaluación de la gestión particular de cada alcalde y gobernador. Porque, evidentemente, al oficialismo le irá peor y a la oposición mejor, si prima la dimensión de plebiscito al gobierno, que tiene el doble de rechazo que de aprobación.
— ¿Qué rol le cabe al Gobierno durante la campaña? ¿debe hacer un llamado a la participación así como lo hizo con el Plebiscito?
Si el Gobierno se mete demasiado, aumenta la dimensión de plebiscito a su propia gestión. Por lo que debiera más bien sobrevolar la elección, promoviendo la participación. Normalmente, ésta era la única elección que tenía todo presidente, y era usada por los ciudadanos para evaluar su gestión, expresándole su rechazo o aprobación.
Los últimos cuatro gobiernos han retrocedido significativamente en las elecciones municipales y ésta no será la excepción.
Lo que hace una diferencia, es que el gobierno de Gabriel Boric ha tenido ya 3 elecciones durante su mandato: el Plebiscito de septiembre de 2022 a la propuesta de la Convención, la elección de consejeros constitucionales de mayo de 2023 y el Plebiscito de diciembre pasado.