En el Juzgado de Garantía de Cañete se desarrolló este martes la primera jornada de formalización de los hermanos Felipe y Yeferson Antihuen Santi y Nicolás Rivas Paillao, quienes fueron detenidos ayer lunes por la investigación en torno al triple homicidio de funcionarios de Carabineros la madrugada de 27 de abril de este año en esa comuna, Región del Biobío.
En el transcurso de la tarde, se postergó la audiencia de formalización para este miércoles a las 14:30 horas, donde se conocerán las medidas cautelares decretadas por el tribunal.
El Fiscal Regional de La Araucanía, Roberto Garrido -quien dirige la investigación por orden de la máxima autoridad del Ministerio Público, Ángel Valencia- relató cómo ocurrieron los hechos según la investigación del organismo persecutor.
Según Garrido, quien realizó su presentación en compañía de los persecutores de la Fiscalía de Alta Complejidad Carlos Bustos y Felipe González,
la jornada del 26 de abril, los funcionarios el sargento Carlos Cisterna (43) y los cabos primero Sergio Arévalo (34) y Misael Vidal (30), quienes acudieron a un procedimiento de rutina para la revisión de medidas cautelares de Carlos Antihuen Riquelme (37).
Cuando se trasladaban en el vehículo policial y llegaron a la propiedad, encontraron el portón de acceso, el que estaba "excepcionalmente cerrado" esa jornada. "Aprovechando la apertura de una de las puertas de la camioneta, un número indeterminado de sujetos, entre los cuales se encontraban los hermanos Tomás, Yeferson y Felipe Antihuen Santi, quienes permanecían ocultos en la vegetación rodeando la camioneta, provistos de armas de fuego, emboscaron a los carabineros, los redujeron y les sustrajeron mediante violencia e intimidación y otras vías de hecho sus cámaras GoPro, las radios de comunicación, al menos un teléfono celular, además de implementos de seguridad, las armas institucionales".
El persecutor sostuvo que "una vez sustraídas las especies ya referidas y mientras las víctimas se encontraban fuera del móvil institucional, reducidas y sin posibilidades de defensa o de oponer resistencia, les dispararon con armas de fuego, dándole muerte en el mismo lugar".
Luego, "los imputados y los demás partícipes cargaron los cuerpos sin vida de los funcionarios de Carabineros en el pick up del vehículo institucional y los trasladaron primero por un camino vecinal distinto al que emplearon los propios funcionarios para llegar hasta el lugar donde fueron atacados y para esto atravesaron la comunidad Nicolás Calbullanca para a través de ella acceder a la ruta P-72S y continuar en dirección a la localidad de Cañete, es decir, hacia el norte hasta el kilómetro 24 de dicha ruta, lugar en el que posicionaron en forma perpendicular la camioneta en la vía sobre la calzada derecha con la cabina orientada en dirección a la berma".
Ahí, los antisociales incendiaron el vehículo con líquido acelerante, realizando dos focos de incendio: uno de ellos se realizó con una motosierra que llevaban los funcionarios policiales.
El Ministerio Público le solicitó al tribunal la medida cautelar de prisión preventiva contra todos los imputados. La Fiscalía imputa los delitos de robo con violencia, homicidio calificado de carabinero en carácter de reiteredo, incendio de vehículo institucional, porte ilegal de arma de fuego y infracción al reglamento de traslado de cuerpos contra los hermanos Antihuen Santi. En tanto, a Rivas se le acusa de haber cometido los delitos de homicidio y el robo con violencia.
Declaración testigo clave
El fiscal Bustos declaró que Tomás, quien se encuentra prófugo al escapar de la policía, amenazó a su tío. Durante su exposición, el persecutor indicó que el procesado acusó que "cuatro semanas antes de la ocurrencia de los hechos, llegó Tomás a su domicilio a ofrecerle pescado. Venía desde la playa en el Jeep verde, andaba con más gente".
El testigo protegido aseguró que Tomás le preguntó si quería participar de acciones contra carabineros "cuando le fueran a sacar la firma y este testigo se niega a participar de este hecho".
"Cuando Tomás le señala que le hagan algo a carabineros y él se niega, Tomás va a este Jeep verde y trae una escopeta. ¿Y qué escopeta es? Dice que es una escopeta Baikal calibre 12 y que como él no había querido participar de esto lo amenaza de muerte con la escopeta y la pudo ver claramente en razón de lo mismo porque le coloca prácticamente la escopeta en el cuello. Luego le dice que era una broma y se retira", replicó el persecutor.
Este relato es clave para la fiscalía: en el sitio del suceso los equipos investigativos encontraron la parte culeta de la escopeta.
