El megaincendio de los primeros días de febrero arrasaron con más de tres mil hectáreas de la Reserva Nacional Lago Peñuelas, lo que significa que prácticamente que un tercio del área de bosques y vegetación fueron quemados por el fuego.
Considerado como una verdadera tragedia ecológica, las llamas destruyeron un espacio natural que es el hogar de diversas especies protegidas, como el cisne de cuello negro, el halcón peregrino y el gato colocolo, reserva que además ha sido golpeada por la sequía que atraviesa el embalse desde 2019.
A pesar de lo anterior y a poco más de medio año de la catástrofe, la reserva regional ha comenzado a dar las primeras señales de recuperación.
Según anunció la Dirección General de Aguas (DGA), esta semana el lago Peñuelas acumula 14,5 millones de metros cúbicos de agua, lo que se traduce en un 15% de su capacidad total de 95,100.000 metros cúbicos. A pesar de que se encuentre lejos de lograr su capacidad original, estas cifras son cuentas alegres para la administración del embalse artificial.
De hecho, solo hace dos años, en verano de 2022, el acuífero acumulaba sus mínimos históricos, con solo 8.000 metros cúbicos de agua, es decir, un 0,01% de su capacidad. Estaba prácticamente seco.
Según informó el administrado de la Reserva Nacional, Óscar Salazar, el área protegida ha registrado precipitaciones de 662,5 milímetros a la fecha, lo que corresponde a un superávit respecto a los años anteriores.
De esta forma, el espejo de agua del lago Peñuelas se extiende por 572 hectáreas, un 34% de la superficie total. Esto fue destacado por Salazar, quien sostuvo que "tanto las especies de flora y fauna, las acuáticas como ribereñas se ven beneficiadas". Además de que "aporta y beneficia a las especies de flora que habían estado muy estresadas hídricamente con la megasequía que habíamos tenido hasta ahora".
Esperanza
Para el académico de la Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte de la PUCV, Andrés Fernández, este crecimiento en el lago "es bastante importante", ya que alcanza "2,5 veces la cantidad de agua acumulada al máximo del embalse Los Aromos, lo que tiene lógica, pues ha llovido muchísimo más en esto últimos dos años, y en especial en este", calificando la situación como "anómala" pues "llevamos 15 años de sequía".
De esta manera se mostró esperanzado. "Esto es muy bueno. Esperemos que este cambio de clima y sobre todo lo que tiene que ver con la sequía ya esté quedando atrás. No se puede asegurar, bajo ningún punto de vista, pero al menos da una pequeña esperanza de que podríamos tener mejores condiciones hídricas en el futuro", expresó el académico.
Según cifras del Informe Hidrometeorológico de la DGA, el embalse Los Aromos presenta una cuota de 35 millones de metros cúbicos de agua, superando su capacidad máxima (108%).
Prevención
Esta semana, Conaf anunció la instalación de una nueva red de alerta y detección de incendios en la Reserva Peñuelas. Según explicaron, se trata de un proyecto piloto, pionero en Latinoamérica, concretado bajo un convenio con Axess Networks, el que permitirá desplegar sensores y videocámaras panorámicas que cubren un perímetro de 35 kilómetros.
Estas cámaras podrán recoger información del entorno, como temperatura, humedad relativa, CO2, velocidad y dirección del viento o presión, etc. Todos estos datos serán transmitidos -vía satélite- en un mapa de riesgo en tiempo real, con una proyección de 10 días, alertando a los funcionarios de Conaf cuando exista un riesgo de incendio más alto.
Según aseguraron de Conaf, estos sensores "permiten detectar incendios de manera inmediata y sin falsas alarmas, reduciendo en gran medida el tiempo de respuesta, los riesgos asociados a este tipo de catástrofes y los gastos derivado de una actuación tardía".