Una marcada diferencia al interior del gabinete se produjo en medio de la posible revocación de la concesión a Enel y la propuesta del ministro de Energía, Diego Pardow, quien planteó la creación de una empresa nacional de electricidad. Su par del ministerio de Obras Públicas, Jesica López, echó por tierra la viabilidad de tal iniciativa.
El titular de Energía (FA), que ha sido el rostro de la ofensiva del Gobierno contra las empresas eléctricas por el prolongado corte del suministro eléctrico, abogó por "sistemas más heterogéneos" dentro de la industria. "En ese sentido, creo que la pregunta más atingente hoy es si no sería más seguro para la ciudadanía tener alguna parte de la distribución eléctrica bajo la figura de una empresa estatal", dijo a La Tercera.
A lo anterior López impuso una cortapisa. "Pensar que el Estado va a tener recursos para afrontar todo eso, yo creo que es una 'volá'. No hay posibilidad", afirmó.
El contraste de posiciones dejó un debate abierto sobre la capacidad del gabinete de procesar las diferencias entre ministros, como las que hace poco se manifestaron entre el titular de Educación, Nicolás Cataldo (PC), y su par de la cartera de Mujer, Antonia Orellana (FA), respecto al conflicto político en Venezuela.
Cabe destacar que este mes, el Presidente Gabriel Boric no se reunirá con los secretarios de Estado. El tradicional consejo de gabinete que se realiza durante el primer viernes del mes, fue suspendido el pasado 2 de agosto a causa de la afectación que dejó el temporal, y no se volvió a reagendar.
Debate sobre el gabinete
En este contexto, analistas políticos abordaron la forma en que se canalizan los disensos entre los jefes ministeriales.
Si bien el investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES) y asociado a Faro UDD, Rodrigo Pérez de Arce, indicó que "es habitual que en los gabinetes existan diferencias de opinión, algunas de ellas muy importantes, sin que necesariamente impidan su funcionamiento", destacó que "lo llamativo en este caso, es que existan discrepancias en tesis sobre un tema tan sensible como la crisis provocada por los cortes eléctricos".
"Cabe preguntarse qué está haciendo la Secretaría de Comunicaciones (Secom) para orientar y ordenar las salidas comunicacionales de los ministros y ministras".
Rodrigo Pérez de Arce
"Esta situación plantea al menos dos interrogantes. En primer lugar, cabe preguntarse qué está haciendo la Secretaría de Comunicaciones (Secom) para orientar y ordenar las salidas comunicacionales de los ministros y ministras. Ya se han producido varios pasos en falso en esta materia, sin que se hayan observado cambios particularmente relevantes en la estrategia comunicacional del Gobierno", señaló.
Por otro lado, apuntó que "surge la duda sobre cuál es la posición del Presidente: ¿Está alineado con su ministro de Energía o con su ministra de Obras Públicas? No se trata de un tema lateral, sino que tiene que ver con la manera en que se concibe una de las industrias más importantes para la vida contemporánea".
Dicho eso, afirmó que "estas diferencias de criterio en el gabinete no solo evidencian una falta de coordinación interna, sino que también pueden generar confusión en la ciudadanía respecto a la dirección que está tomando el Gobierno en asuntos críticos. La definición de una línea clara de acción es fundamental para abordar eficazmente la crisis energética y mantener la confianza de la población en la capacidad del Gobierno para manejar situaciones de emergencia, algo en lo que no han destacado".
"Un nivel importante de improvisación".
A su vez, la cientista política de la Universidad Diego portales, Nerea Palma, observó que "lo que hemos visto durante prácticamente todo el gobierno de Gabriel Boric es justamente dificultades para canalizar estas diferencias que se presentan dentro de la coalición de Gobierno, particularmente en el Ejecutivo".
"El Gobierno de Gabriel Boric ha tenido particular dificultad para canalizar diferencias. Quizá el caso canónico es lo que ha pasado las últimas semanas con el caso de Venezuela, porque hay notorias diferencias, y esas diferencias han salido a la luz pública, y seguramente que hay más diferencias que no conocemos de momento", comentó.
Lo que se ilustra ahora, precisó Palma, es "la dificultad, en este caso de la empresa nacional de electricidad, o qué va a pasar finalmente con los contratos de electricidad (...) Esta suerte de propuesta de política pública, no canalizada dentro del Ejecutivo, sino más bien mencionada al voleo a la opinión pública".
Ahondando en ese punto, explicó que "una cosa es decir, 'a ver, mi opinión personal es tal cosa, tenemos que tener una empresa nacional de electricidad'. Otra cosa es decir, 'bueno, para este problema que tenemos, estamos pensando en tres soluciones, de esas tres soluciones, ninguna de las tres las tenemos lo suficientemente maduradas y canalizadas dentro del Poder Ejecutivo para poder plantearlas'".
"Eso es un tono bastante diferente, digamos, que busca abrir el debate y que también reconoce en el fondo que no hay una única mirada en el Ejecutivo que está en el fondo evaluando una posible solución de política pública", cerró.
Al respecto, el académico de la Universidad Central, Marco Moreno, consideró que "el manejo de la crisis eléctrica ha demostrado que hay un nivel importante de improvisación muchas veces en las acciones que toman los distintos miembros del gabinete respecto de cómo resolver la crisis, probablemente presionado por la urgencia y la demanda ciudadana en relación a que hubiera una respuesta frente al problema de la falta de suministro eléctrico".
"Los ministros se dejaron llevar por el impulso de querer conectar con esa demanda ciudadana, sintonizar adecuadamente con lo que era el malestar de los usuarios por el problema de no contar con el suministro eléctrico", adicionó.
Lo anterior, apuntó Moreno, "llevó a que el Ministro Pardow instalara la posibilidad de terminar la concesión de la empresa distribuida de energía con Enel, pero que desde el Ministerio de Obras Públicas, la ministra saliera a plantear la dificultad técnica que tendría una decisión de esta naturaleza".
"Lo que observamos entonces es un poco el resultado de la presión por resolver un problema complejo con soluciones simples", concluyó.
