La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, abordó la polémica que se ha generado por la desvinculación de Isabel Amor de su cargo como directora regional del Servicio Nacional de la Mujer (Sernameg), tras dos días de haber asumido al cargo.
En conversación con Radio Cooperativa, la secretaria de Estado partió por señalar que "evidentemente las respuestas no son suficientes para alguien que acaba de perder un un trabajo después de un proceso de selección".
"Yo no no soy ajena a este dolor que debe estar sintiendo, pero creo que, en primer lugar, hay un punto de sentido común: En el trabajo, en la gestión pública, pero incluso en las relaciones humanas, estamos hablando de gestión pública, la confianza sí se puede perder en pocos días u horas incluso, si uno descubre que hubo activa omisión de información relevante, o además que hay falta de criterio a la hora de abordar determinadas situaciones", sostuvo.
En esa línea, señaló que "la confianza dentro de la ley y dentro de la administración pública, no significa que los funcionarios seamos amigos, no significa que seamos del mismo partido. De hecho, tenemos varias autoridades del Servicio de la Mujer y Equidad de Género que no son de este Gobierno y en base a un buen desempeño, se han mantenido en el cargo".
"La confianza tiene que ver fundamentalmente con el poder saber que las labores se van a realizar acorde a lo que se requiere", continuó, "y lo que se requiere en nuestro servicio en el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género no es cualquier cosa, porque trabajamos con víctimas".
En los motivos que radican en la pérdida de confianza, Orellana apuntó: "Por varios hechos que comienzan antes de que entrara formalmente al cargo. Como decía, omisión de información relevante. Yo sé que ahí algunos van a decir, pero ¿Cómo puede ser que las asociaciones de derechos humanos manden? No, no se trata de eso. Se trata de que cuando tú asumes un cargo, tienes que informar de si hay posibles obstáculos".
"En segundo lugar, efectivamente, ella envió al servicio un borrador de una entrevista y ahí está el punto de mi carta al día de hoy a El Mercurio", agregó. "Tenemos un borrador y efectivamente, si se decide ir por la vía judicial, vamos a exponer ese borrador en las instancias correspondientes, para mostrar que, en mi opinión y en la opinión de nuestro servicio, la mejor prueba de que los dichos ahí reflejados, entendibles para una hija, no lo son para una autoridad, y la mejor prueba de eso es que los cambió".
Por lo demás, la ministra indicó que Amor "señaló que enfrentada al caso de tener que referirse al caso de su padre, no relativizaría la gravedad, y eso es precisamente lo que se hace en esa primera versión", de la entrevista.
"No por estar editado, editado muy convenientemente diría yo, no conocía a gente a la que El Mercurio la tratará también, al menos a mí no, pero los dichos, dichos están", aseveró.
Asimismo, explicó que lo vertido en ese borrador, "refuerza algo que ya había ocurrido en su presentación al equipo, en donde no solo relativiza fundamentos de la condena, sino que también indica que él no fue un encubridor, y la condena es por encubrimiento, sino que solo estuvo ahí".
Consultada si no hubiera sido "políticamente más inteligente" esperar un tiempo para ejecutar la desvinculación, dado que definir la salida de Amor a dos días de haber asumido el cargo suena "raro", Orellana replicó "suena raro, pero no por raro deja de ser imposible perder la confianza tan rápido".
"Insisto, nosotras somos una institución que trabaja permanentemente en cosas extremadamente sensibles y por lo tanto, tener la certeza de que el tino, el criterio, el entendimiento del rol de la autoridad a la hora de relacionarse con los operadores de justicia, con las víctimas, con los funcionarios, es muy importante", zanjó.