El candidato para alcalde de Ñuñoa, ex carta presidencial de Chile Vamos y otrora ministro de Estado, Sebastián Sichel, presentó este viernes una querella contra el abogado Luis Hermosilla por el delito de injurias graves.
Sichel acusa al cuestionado penalista de "haber ostentado ante un tercero tener influencias" sobre él cuando ocupaba el cargo de Presidente del Banco Estado.
Lo anterior, luego que en la formalización que se lleva a cabo desde esta semana en el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, el fiscal de Alta Complejidad de la Fiscalía Metropolitana Oriente Miguel Ángel Orellana revelara unos mensajes de texto entre Hermosilla y el empresario Álvaro Jalaff donde el primero valoraba el nombramiento de Sichel en Banco Estado por su cercanía a Andrés Chadwick -amigo de Hermosilla- y la posibilidad de gestionar un crédito.
"La querella pretende perseguir su responsabilidad penal por el delito de injurias graves, por haber ostentado ante un tercero tener influencias reñidas con la legalidad y moralidad sobre mi representado en su, otrora, calidad de Presidente del Banco del Estado, lo que es absolutamente falso y atentatorio contra su honra", dijo el recurso compartido por el candidato a alcalde en su cuenta de X.
Anteriormente, Sichel escribió: "Como señala fiscal y chat, no se aceptó llamadas ni crédito. No voy a dejar que charlatán que denigra la profesión, además de los delitos que cometió, sume vender influencias con mi nombre para las que nunca me he prestado".
La querella por injurias graves contra Hermosilla no fue la única. El abanderado de Chile Vamos en Ñuñoa también denunció a la egresada en Derecho e integrante del Comité Central del Frente Amplio Valeria Cárcamo.
La acusa de "intentar en redes sociales y con fines político" involucrarlo en "delitos que no tiene participación e injuriarlo públicamente". El recurso se ingresó en el Juzgado de Garantía de Viña del Mar.
El documento agrega: "Resulta claro su ánimo injurioso, por cuanto se ha aprovechado de esta injusta situación para acusar públicamente a mi representado, mostrándolo ante la opinión pública como involucrado en una situación delictiva, irregular o, al menos, reñida con la moralidad, al vincularlo a un caso penal de corrupción muy mediático y de suma gravedad, lo que también es falso y atentatorio contra su honra".
