"Descarto que de mi parte exista un lavado de dinero. No he ocultado dineros ni bienes provenientes de ningún delito (...). Creo que en verdad perdí plata debido a los excesivos cobros de intereses y rentas de arrendamiento. Además Daniel Sauer no me pagó los honorarios que pactó conmigo por asumir su defensa".
En su declaración como imputado el penalista Luis Hermosilla entregó las primeras luces de la línea de defensa que su abogado y hermano, Juan Pablo, podría desarrollar hoy o este lunes en la tercera jornada de formalización que se lleva a cabo en el 4º Juzgado de Garantía de Santiago, dado que aún resta que la fiscalía cierre su exposición.
Con Luis Hermosilla, están imputados en esta investigación la abogada Leonarda Villalobos y su esposo Luis Angulo. La fiscalía pide para los tres prisión preventiva, y la procedencia o no de la medida cautelar se resolvería este viernes.
Según los antecedentes reunidos por el Ministerio Público en la causa, los imputados habrían cometido delitos de lavado de dinero —que comprometen cerca de $30 mil millones—, de sorno y tributarios.
Ayer el fiscal Miguel Ángel Orellana, de alta complejidad de la zona metropolitana Oriente, detalló el rol que tuvo el penalista en lo que calificó como una "estructura criminal" —que integraban además los hermanos Daniel y Ariel Sauer, así como Álvaro y Antonio Jalaff—, e inició la descripción de las conductas que se le atribuyen a Villalobos en este causa.
Juan Pablo Hermosilla adelantó parte de sus argumentos y uno de ellos se relaciona con que su hermano no participó en el uso de facturas falsas. “A él no se le hacen cargos (por este hecho), si ustedes revisan la formalización, no hay ninguna referencia al delito de facturas falsas en relación con Luis”.
Cercanos a la defensa del penalista sostienen que, además, si bien este hizo un uso intensivo de la "línea de crédito" que tenían en las empresas de los Sauer y Rodrigo Topelberg, la que se renovaba, eso nada tienen que ver con un lavado de activos.
En tanto, la abogada Alejandra Borda, que representa a Villalobos y Angulo, descarta la comisión de delitos e incluso, en su opinión, sus clientes tendrían "calidad de víctimas" en este caso. Sus afirmaciones se sustentarían en peritajes que encargó y que se darían a conocer ante el tribunal.
Uno caligráfico, que daría cuenta de la falsificación de firmas para emitir documentos —se detalla— y otro contable, que descartaría la retención de fondos de Factop. Otro análisis lo presentó Angulo, tras su declaración de mediados de agosto.
{SUB 520 facturas y "esquema defraudatorio mecanizado"
Este último es uno de los escritos aportados a la fiscalía por la defensa, la que sostiene que se trata de un estudio de los movimientos de la empresa de Angulo, Commercia, que abarca desde 2020 a 2023.
La firma está en el eje de las imputaciones de la Fiscalía Metropolitana Oriente ya que se estima que se usó para elaborar facturas ideológicamente falsas en Factop, y así obtener liquidez en el factoring.
El documento acompañado por Angulo a la causa consigna que "el hecho de que el total de facturas no reconocidas como válidas ronde las 520, da cuenta de un esquema defraudatorio —sino sofisticado— al menos mecanizado". También, que “entre otras diligencias es clave que la investigación judicial devele la dirección IP desde el cual fueron emitidas".
Según el propio imputado, reseña el escrito, "se adjunta cuadro que resume revisión de facturación recibida por mí, como persona natural, quien durante cuatro años (2020-2023) fue objeto de facturación por parte de Ziko como si fuese un asiduo comprador de ropa o textiles, aun cuando en su totalidad fueron facturas que recibieron sus correspondientes ‘Notas de Créditos’. Por tanto, queda dilucidar el propósito de ese tipo de maniobra tributaria".
Sobre Ziko indica que es una firma "emblemática" de los Sauer y no reconoce una relación comercial con ella.
En otra parte de la presentación, se admiten relaciones comerciales con firmas como la de Villalobos, Steuern, pero, se consigna, que "ambas desconocen mutuamente el desproporcionado flujo y volumen de facturación".
Detalla, entre otras cosas, "248 facturas por un total de $ 3.551.976.216, y con más de un centenar de ‘Notas de Créditos’ por un monto de $ 1.582.456.467, todas realizadas el 31 de diciembre, momento en el cual queda al descubierto esta situación. Entiendo que por la fecha en que se advierte esta escandalosa situación, no pudo rechazarse la totalidad, ya que el sistema del SII no permitió revertir el monto total, aun cuando la orden fue rechazar el total de la facturación".