Este lunes se llevó a cabo una sesión crucial para avanzar en el proceso de selección de los cargos vacantes en la Corte Suprema. El trámite ocurrió en medio de cuestionamientos al sistema de nombramiento, generado a raíz de los mensajes del abogado Luis Hermosilla en el marco del caso Audios.
El ministro de Justicia, Luis Cordero, compareció a la comisión de Constitución del Senado para presentar a las dos aspirantes a ministras de la Corte Suprema: Jessica González y Mireya López, actuales titulares de la Corte de Apelaciones de Santiago. Asimismo, a Jorge Pizarro, ministro del tribunal de alzada de Puerto Montt, quien pretende ser fiscal judicial del máximo tribunal.
Lo más probable es que la propuesta del Ejecutivo se vote en la sala de la Cámara Alta el próximo 10 de septiembre, ya que se vencería el plazo establecido en la legislación.
En este marco, el titular de Justicia hizo hincapié en que es "inevitable" avanzar en una reforma al sistema al Poder Judicial y realizar un "cambio estructural al sistema de nombramiento". Según el ministro Cordero, habría un "consenso transversal" al respecto, ya que hubo intentos durante la administración anterior y también quedó en evidencia en los dos procesos constitucionales fallidos.
En esa línea, Cordero manifestó que las cartas que propone el Gobierno "corresponden a perfiles adecuados para enfrentar los desafíos que tiene la Corte Suprema en la actualidad y en los próximos años".
Agregó que además de la trayectoria de cada uno de los jueces, estos candidatos buscan "incorporar a la Corte Suprema ámbitos de disciplina, que permita desarrollar trabajos para las próximas décadas (…) cada uno puede contribuir en los desafíos que tiene actualmente el pleno de la Corte Suprema".