Una amplia polémica se abrió al interior de Gendarmería tras la solicitud de la renuncia del subdirector operativo de la institución, Víctor Provoste, por posiblemente, haber intercedido en favor de un cercano vinculado a su familia.
Según explicaron desde el órgano penitenciario a El Mercurio, se solicitó la dimisión del alto funcionario debido a una eventual reubicación de dos personas privadas de libertad en el Centro de Detención Preventiva Santiago 1, no ajustada al procedimiento establecido. Junto con eso, se instruyó un sumario administrativo y se remitieron los antecedentes a fiscalía.
Al interior de la institución señalan a El Mercurio que uno de los detenidos es hijastro de la cuñada de Provoste quien, junto a un amigo, se encuentran en prisión preventiva en Santiago I y que el módulo en que se encontraba genera preocupación en la familia del ahora exfuncionario pues, según aseguran, habría estado cohabitando con internos con un mayor compromiso delictual que el de ellos.
Después, las versiones sobre lo ocurrido difieren, pues, mientras algunos afirman que el ex subdirector operativo se entrevistó con el alcaide del recinto para plantearle la situación y que considerara algún cambio, otros señalan que se los solicitó directamente incluso a través de WhatsApp, señala el citado medio.
En la investigación también se indagan posibles solicitudes para una visita de familiares al recluso cercano a Provoste, la que se habría materializado. En tanto, desde el entorno del ex funcionario señalan que no se trató de órdenes y que las decisiones del alcaide del recinto fueron adoptadas en el ámbito de sus competencias.
Tras tomar conocimiento de esto, el director nacional de Gendarmería Sebastián Urra comunicó tanto al ministro de Justicia, Luis Cordero, como al subsecretario de la cartera, Jaime Gajardo, que le pediría el cargo a Provoste por su pérdida de confianza. No obstante, antes que esto se materializara, éste dio un paso al costado de la institución.
En su carta de renuncia, Provoste apuntó directamente contra Urra, señalando, por ejemplo, que "su conducción como director nacional carece de liderazgo mínimo para enfrentar el fenómeno de crecientes hechos de corrupción a los que hemos sido objeto, mucho menos sumando que puede encaminar a Gendarmería a minimizar el avance del crimen organizado, en consecuencia, es altamente probable que la institución siga cayendo en manos de estas amenazas por las características descritas precedentemente, lo que podría implicar altos costos para nuestro principal recurso, nuestros funcionarios".
Agrega que de parte de la máxima autoridad de Gendarmería nunca encontró "reciprocidad y mucho menos conceptos como la lealtad; este mismo desempeño que ha marcado el principal sello de su administración también ha traspasado las barreras de la institución y a la hora de relacionarse con nuestras autoridades ministeriales, la información solicitada ha sido entregada por su parte de manera distorsionada y acomodaticia".
En este sentido, señaló que durante el ejercicio de su cargo no pudo conformar un equipo de trabajo, sino que "cada una de las jefaturas de departamentos y subdepartamentos fueron impuestas por usted, inclusive con oficiales que usted sabe de sobra que no cumplían con las condiciones de idoneidad y competencias necesarias".