Los problemas que el caso Audios venía a acarreando para el ministro de Justicia, Luis Cordero, se intensificaron este jueves.
El secretario de Estado, que hace de vínculo del Ejecutivo con el Poder Judicial, ha asumido la principal vocería de La Moneda sobre la trama judicial que protagoniza el abogado Luis Hermosilla y su impacto en la Corte Suprema, con la develación de las conversaciones entre el jurista y la ministra Ángela Vivanco.
Estas derivadas han significado una bomba de racimo para el máximo tribunal. Pese a que Vivanco es la única ministra que la Suprema suspendió y decidió abrir su cuaderno de remoción, en el Congreso hay más supremos en la mira.
Además de Vivanco, Chile Vamos; el oficialismo y la Democracia Cristiana, buscan presentar una acusación constitucional contra Sergio Muñoz y Jean Piere Matus, respectivamente. En tanto, la diputada de Renovación Nacional, Camila Flores, persigue la remoción de Mario Carroza.
En los sucesivos requerimientos que Cordero ha tenido por este tema, este jueves envió una advertencia a la Cámara que remeció los ánimos de los legisladores.
"Hay que dejar que las investigaciones avancen, pero también hay que administrar adecuadamente la racionalidad del debate", dijo en radio Infinita y reconoció que "me preocupa que estemos ocupando las acusaciones constitucionales en un contexto de contingencia electoral".
Lo anterior no cayó bien particularmente a los parlamentarios que impulsan los líbelos acusatorios. Entre ellos el vicepresidente de la Cámara, Eric Aedo (DC), quien emplazó a Cordero a aclarar sus dichos. Reacciones en negativo también tuvieron los diputados independientes PPD, Jaime Araya y Camila Musante; la jefa de bancada de diputados de Renovación Nacional, Ximena Ossandón, y los UDI, Gustavo Benavente y Henry Leal.
Lo anterior, sumado al hecho de que el ministro ya venía recibiendo críticas por una cena que sostuvo con Vivanco en el domicilio de la jurista en abril del 2023, activó la defensa del Gobierno. La ministra del Interior, Carolina Tohá, descartó que Cordero se haya equivocado al instalar una preocupación sobre el escenario electoral y su relación con las acusaciones.
"El ministro Cordero hizo un comentario, pero ese comentario está inserto en una definición en la cual él ha sido categórico y como Gobierno lo somos también", sostuvo, apuntando a que "cada organismo haga lo que le corresponde de acuerdo a sus competencias para actuar de manera tal que estos delitos ciertamente se persigan y se sancionen".
Antes, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, indicó que "lo que todo el país espera ess que las facultades que la Constitución le entrega a un Poder del Estado sean usadas con la mayor rigurosidad posible, con la mayor seriedad posible, con la mayor fundamentación posible".
Al margen de su preocupación sobre los líbelos contra los supremos, Cordero fue criticado por apelar a la "responsabilidad pública" de Chile Vamos, en cuando a la vinculación del exministro del Interior, Andrés Chadwick, en la trama judicial.
Este emplazamiento -sumado a la cena con Vivanco- fue lo que motivó a los diputados UDI a afirmar que Cordero estaba "moralmente invalidado" para referirse al caso que protagoniza Luis Hermosilla.
"No veo la razón para inhabilitarme de opinar", replicó el ministro a los parlamentarios, criticando que la "invalidación", "es una categoría jurídica especial, parece, o política especial. Yo no la conocía hasta ahora".
