El tema de la crisis de seguridad en el país continúa siendo una constante preocupación para la ciudadanía, autoridades locales y el Gobierno central. De hecho, el extenso feriado de Fiestas Patrias tampoco significó una pausa para quienes cometen delitos: hubo 37 homicidios en el país durante esos días.
El sábado pasado, en medio de los balances, la ministra del Interior, Carolina Tohá, se situó en el centro de la polémica, cuando por esos días se contabilizaban 25 muertos por estos delitos: afirmó que, en términos numéricos, se trataba de una cifra habitual. Aquello no sólo abrió emplazamientos de la derecha para que sea removida del cargo, sino que también ha generado "fuego amigo".
Y es que el tema de la crisis de seguridad se cruza con las campañas municipales de cara a las elecciones de octubre, y bien lo saben los alcaldes oficialistas que buscan ir a la reelección: estar cerca del lado de las críticas es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía, no suma.
Un claro ejemplo de aquello lo dio por estos días la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti (FA), quien emplazó duramente al Gobierno post "18 XL" y en el contexto de la tramitación de la Ley de Presupuesto para el 2025. "Llegó la hora de que se pase a la acción. Los resultados de las medidas que se han implementado por la autoridad a cargo de la seguridad no funcionaron. Por lo tanto, si tú estás buscando resultados distintos en el combate a la delincuencia, se deben tomar acciones drásticamente distintas", afirmó la jefa comunal.
Quien también ha emplazado al Gobierno es el alcalde de San Bernardo, Christopher White (PS), luego de varios episodios de violencia ocurridos en la comuna. El jefe comunal pidió a inicios de este mes una mayor presencia del Estado en la zona, y ha pedido que exista despliegue militar en las calles, idea a la que el Gobierno ha sido reacio. "Yo la verdad lo creo, y en esto al principio también tenía mis dudas, pero viendo la realidad, creo que nada sobra y todo puede sumar", afirmó a Cooperativa.
La idea no es inédita en el sector, ya desde hace varios meses que el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic (FA), viene pidiendo despliegue militar en su comuna, e incluso, se ha reunido con la ministra del Interior para abordar este tema.
La alcaldesa de Santiago, Irací Hassler (PC), también ha elevado el tono en algunas oportunidades: si bien ha preferido defender su propia gestión en torno a la seguridad, no dudó en salir a cuestionar duramente el anuncio que hizo en julio Gobierno en torno la construcción de una cárcel de máxima seguridad en esa comuna. "La medida improvisada del Gobierno va en la dirección opuesta", criticó.
¿Cuánto se agudizará este escenario de emplazamientos a la gestión en seguridad del Ejecutivo? ¿Qué tan relevante resulta el voto obligatorio en este escenario? En conversación con Emol, expertos entregan las perspectivas ante una de las elecciones más importantes del último tiempo.
El "sentido táctico" de los incumbentes
Guillermo Holzmann, analista político de la PUCV, recuerda que, en concreto, hoy el Frente Amplio es un partido minoritario que está en el poder, "que desea salvar su propuesta ideológica, con miras particularmente a la elección presidencial. Ellos están viendo que esta municipal será un hito importante, ojalá no con tantas pérdidas o, en el mejor de los mundos, manteniendo las municipalidades más emblemáticas".
"El desmarque con el Gobierno tiene cierto sentido táctico, para convencer a quienes no se sienten identificados con el 20% o 30% que tiene el Gobierno, y con el 20% o 30% que tiene la oposición. Más aún, cuando los temas de seguridad los lleva el Gobierno sin resultados".
Guillermo Holzmann, analista político PUCV
En ese ejercicio o búsqueda y ya de cara a la ciudadanía, los alcaldes oficialistas parecen "haber tomado nota de los resultados de los dos procesos constitucionales, y consideran que el voto obligatorio lleva a las urnas a personas que, independientemente de que se consideren de sensibilidad de izquierda o derecha, puedan votar de modo conservador, con miedo al cambio".
"De ahí, el desmarque con el Gobierno tiene cierto sentido táctico, para convencer a quienes no se sienten identificados con el 20% o 30% que tiene el Gobierno, y con el 20% o 30% que tiene la oposición. Más aún, cuando los temas de seguridad los lleva el Gobierno sin resultados", acota.
Por su parte, Nerea Palma, de la Red de Politólogas, remarca que no sólo estamos frente a un escenario de elección municipal, sino que además el contexto está marcado por uno de los temas más relevantes, como la seguridad, para comunas tanto dentro como fuera de la RM.
"Si leemos la municipal en ese contexto, es mucho más fácil entender por qué alcaldes y alcaldesas buscan la reelección, como Ripamonti y los desafiantes -no incumbentes- que critican cómo se ha trabajado la seguridad tanto a nivel local como nacional", expresa. Así, la estrategia de quienes permanecer en el cargo, será "defender lo que se ha hecho en seguridad y criticar al gobierno Central", cerró.