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Con la intención de liderar cumbre progresista y endureciendo el tono con Israel y Venezuela: El paso de Boric por la ONU

El Mandatario se retira de Nueva York con la idea de replicar la iniciativa de Lula en la ONU, el próximo año en Santiago.

26 de Septiembre de 2024 | 00:01 | Por María Luisa Cisternas, desde Nueva York.
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Presidencia.
Como es propio de la marca que se ha hecho el Presidente Gabriel Boric en el escenario internacional, en la nueva asamblea general de las Naciones Unidas, el Mandatario chileno pregonó por una condena a las violaciones de derechos humanos, indistintamente a las afinidades con la administración que las perpetre. Esta vez, haciendo hincapié en Nicolás Maduro, en Venezuela y Benjamín Netanhayu, en Israel.

Sobre el líder chavista habló Boric en el cónclave de líderes encabezado por el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien a diferencia del Mandatario frenteamplista, ha descartado la existencia de una dictadura en Venezuela.

"Me parece importante que frente a conflictos que desgarran al mundo seamos capaces de tener una sola posición conjunta los países progresistas. Los derechos humanos, la violación de los derechos humanos no pueden juzgarse según el color del dictador de turno que los viole o el presidente que los viole, se llame Netanyahu en Israel, o Nicolás Maduro en Venezuela, se llame Ortega en Nicaragua o Vladimir Putin en Rusia, se autodefinan de izquierda o de derecha o lo que sea", sostuvo en esa oportunidad.

Y agregó: "Desde los sectores progresistas y para reivindicar la fuerza de la izquierda tenemos que ser capaces de defender principios y en eso creo que hay veces que fallamos porque no tenemos la misma vara para juzgar a quienes se supone son de nuestro lado".

Más tarde, en su comparecencia en la asamblea general, Boric volvió a tocar la crisis venezolana. "Chile está especialmente atento frente a la crítica situación que vive Venezuela. Estamos frente a una dictadura que pretende robarse una elección, que persigue a sus opositores y que es indiferente al exilio no de miles, sino de millones de sus ciudadanos", sostuvo en el pleno.

En eso, afirmó que "se requiere una salida política a esta crisis que reconozca el triunfo de la oposición en las últimas elecciones y lleva adelante una transición pacífica a una democracia en forma". Asimismo, aseveró que "tengo el deber de decir que las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos, como se lo he dicho personalmente al Presidente Biden, no ayudan a la solución del conflicto, sino que por el contrario lo agrava".

Así como fue el caso de Venezuela, el Mandatario también puso énfasis en el asedio de Israel al pueblo palestino en la Franja de Gaza. Su primera actividad en Naciones Unidas fue sostener una reunión bilateral con su símil de Palestina Mahmud Abbas.

La reunión concitó un fuerte reproche de la comunidad judía en Chile, la que en un comunicado, puso bajo cuestión la vocación de Boric con la defensa de los derechos humanos y acusaron al gobernante palestino de pactar con Hamás meses después de que hayan perpetrado el ataque a Israel, el pasado 6 de octubre.

"Nadie podría calificar al Presidente Abbas como un partidario del terrorismo. Sería realmente muy injusto decir eso y por eso no compartimos esa apreciación", dijo el Canciller, Alberto Van Klaveren, al respecto, afirmando además que "en esa carta se incluyen aceleraciones muy injustas sobre todo respecto de la posición de Chile frente a Hamás".

Progresismo


Pese a los disensos que el Presidente Boric tiene con sus pares del mundo progresista en la región sobre el régimen en Venezuela, en la delegación chilena en Nueva York se descarta que entre Mandatarios haya diferencias de fondo sobre el conflicto, sino que existen roles y estrategias diferentes.

En ese sentido, la cumbre contra los extremismos convocada por Lula y el Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, es vista como una muestra más de sintonía y proximidad entre estos liderazgos.

Allí, Boric tomó la iniciativa de asumir como anfitrión de una secuela de la cumbre progresista.

Al cierre de su discurso asumió la "interpelación que me hiciera el presidente Lula de juntarnos en Santiago con los liderazgos de los países progresistas y también con los partidos que sostienen nuestros gobiernos para intercambiar las buenas experiencias en políticas públicas".

Detallando en eso, apuntó a "las bolsas de familia del presidente Lula, como el aumento del salario mínimo que hemos hecho en Chile y en España, las diferentes leyes laborales; la discusión que ha habido en Francia, por ejemplo, respecto al aborto y que lleguemos a acuerdos que haga que hacia afuera se vea que estamos unidos".

"Si hay la disposición para efectivamente ir y juntarse, yo pongo la casa y Santiago de Chile está disponible para una cumbre de liderazgos progresistas a nivel mundial", incitó.
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