La ministra de la Secretaría General de Gobierno, Camila Vallejo, abordó las nuevas conversaciones reveladas entre el abogado penalista Luis Hermosilla, y el exfiscal Manuel Guerra, en el marco del denominado caso Audios.
En los diálogos, informados por The Clinic, dan cuenta de una supuesta coordinación para, entre otras cosas, dar una salida al caso Penta. En ellos también se revelan una serie de comentarios sobre figuras de la política nacional, como los que se encontraron de orden sexista contra al alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei.
En conversación con Radio Futuro, la portavoz del Ejecutivo, aquilató los nuevos antecedentes del caso Audios como "un tema muy grave, muy complejo (...) sea por los chats que aparecen en uno u otro medio de comunicación, sino que también por lo que hemos ido conociendo a través de las avances de las investigaciones, estamos, sin lugar a dudas, frente a el caso de corrupción más grande de la historia reciente en nuestro país".
Esto, argumentó, "porque no solo involucra dinero, sino que involucra a distintos poderes del Estado en una red de relaciones de poder que se eventualmente se formaron para corromper los propósitos de dichas instituciones y en alguna instancia para intervenir posiblemente en causas de delitos de corrupción, en otros delitos de corrupción".
Aludiendo a los comentarios de Guerra y Hermosilla sobre Matthei, la ministra indicó que "yo no me voy a referir obviamente a lo reprochable de lo que aparece en los chats referente a otras personas o como se refieren a otras personas, porque ya en sí mismo es un tema ético, en fin, muy reprochable, pero sí sobre lo que deja entrever como posibles intervenciones en otras causas".
"Aquí lo que se muestra, hasta el momento en esos chats, es que se entrega información por parte de un fiscal, ex fiscal actualmente, a un abogado sobre causas que no llevaba el fiscal, por lo tanto ya le entrega información de causas reservadas, que en sí mismo es un delito", relevó, advirtiendo también que "esa información podría eventualmente ser usada para intervenir en el resultado de esas investigaciones, y eso es mucho más grave aún".
En ese sentido, la ministra destacó que "cuando nos enteramos dijimos que estamos frente a una posible red de corrupción de cuello y corbata, sobre lo cual recibimos muchas críticas en su momento en particular, pero yo creo que aún habiendo conocido la gravedad de lo antecedente que entregó la formalización de Hermosilla en primera instancia, no habíamos dimensionado lo profundo que era esta red de tráfico de influencia".