Durante los últimos días, una serie de derrumbes se registraron en la Ruta 5 Norte, específicamente en la
Cuesta de la Cultura Chinchorro (Ex Cuesta de Camarones), camino clave que conecta Arica con el
resto de Chile, y que ha generado preocupaciones de turistas, trabajadores y residentes.
Según lo informado por La Estrella de Arica, los constantes derrumbes generaron inquietudes entre los gremios transportistas, quienes han visto interrumpida su actividad económica, con perdidas significativas especialmente en el sector de transporte de carga pesada y agrícola.
Así lo expuso el presidente de la Confederación de Transportistas Fuerza del Norte, Cristian Sandoval quien dijo que "hemos informado a nuestros colegas en Arica que las condiciones de tránsito son inestables", y que "hemos solicitado a las autoridades del MOP que se traiga maquinaria más adecuada. Actualmente, la retroexcavadora disponible tiene capacidad limitada, lo que retrasa la apertura de la vía y genera grandes pérdidas, especialmente para el sector agrícola".
Por su parte, el presidente de la Asociación de Dueños de Camiones de Arica y Parinacota, Jorge Araya Ramírez, también manifestó su preocupación por la inestabilidad de la ruta, y dijo que "el problema grave es que esta es la única salida hacia el sur de Chile".
Una posible solución sería la habilitación de una vía alterna, específicamente, la carretera antigua, opinó Araya, quien precisó que "es necesario que las autoridades tomen la decisión de reparar ese carril alternativo, incluso si mañana la ruta principal se habilitara temporalmente".
No obstante, el presidente de la Federación de Transporte de Carga de Arica y Parinacota (Fetnor), Sebastián Pérez, expresó preocupación por las posibles complicaciones de esta vía alterna, y mencionó que "no está tan fácil como para poder ocuparla. En estos momentos es intransitable para vehículos que no sean 4x4".
Esto se debería a que la ruta estaría cubierta con arena, barro y humedales que dificultan su paso, y según Pérez, no ha "habido una reacción lo suficientemente rápida" para llevar a cabo los trabajos necesarios para su habilitación.
Sector hotelero y turismo
En marco de la situación, turistas de la región también se vieron afectados, debido a que la serie de derrumbes significó que han tenido que quedarse más tiempo de lo esperado en Arica. Así lo informó Miguel Maldonado, presidente de la Cámara de Turismo, quien mencionó que "a la vista del turista, se cuestiona la lentitud que ha existido en el proceso de habilitación de la ruta".
"Claro, quienes trabajamos en el rubro turístico explicamos que se trata de un problema mayor, que requiere soluciones de tiempo, pero quienes vienen de afuera comentan cómo las autoridades no están preparadas para este tipo de emergencias, porque lo que se espera son acciones drásticas y rápidas, sobre todo si Arica se mueve actualmente de manera más fuerte por la vía terrestre", agregó.
Esta situación permitió que el sector hotelero registrase una mayor tasa de ocupación durante estos días, ya que según describió Maldonado, algunos turistas "han debido alargar su estadía hasta el momento que se habilite el camino".
"Lo bueno es que, en gran mayoría, se trata de personas que vienen a la región por 'turismo empresarial', es decir, mandados por sus empleadores, por lo tanto, ellos son los que corren con el costo", añadió.
Sin embargo, el presidente de la Cámara de Turismo explicó que los hoteles y restaurantes también se han visto afectados, específicamente por demoras en la entrega de insumos vitales para su funcionamiento, exponiendo que por los atrasos en ruta se ha visto la "escasez de carne, mantequilla, que además son productos que requieren de cierta refrigeración".
Estabilización de la ruta
En marco de la crisis, el director nacional de Vialidad, Horacio Pfeiffer, visitó Arica y Parinacota para inspeccionar los derrumbes, y anunció trabajos de estabilización en la zona para recuperar el flujo del tránsito, el cual se ha mantenido con riesgos y cierres intermitentes para sus usuarios
Sobre el estado de la ruta, Pfeiffer explicó que "estamos ante una situación crítica, con un talud inestable que representa un gran riesgo para el tránsito''.
Para las obras se utilizarán drones para recolectar información y permitir acciones más efectivas en torno a la estabilización de los cerros. Sin embargo, dada la complejidad de la situación, los trabajos podrían extenderse ha un tiempo prologando.
"El plazo estimado de seis a doce meses para la recuperación integral responde a la necesidad de realizar estudios exhaustivos y garantizar la estabilidad de los taludes. No es un trabajo que podamos hacer de inmediato", explicó Pfeiffer.
Las primeras acciones de mitigación se definirán en los próximos días, y ya empezarán los levantamientos de información. Por su parte, el director de Vialidad enfatizó que "estabilizar el terreno requiere un análisis profundo y la implementación de soluciones técnicas que aseguren la seguridad a largo plazo".
A pesar de lo anterior, se espera que las próxima semanas se puedan implementar medidas para asegurar la continuidad del tránsito, sin embargo, bajo medidas especiales, como el control del peso de vehículos.