Dos grandes actores de las concesiones de infraestructura chilena están compitiendo por quedarse con la relicitación de Ruta 68, que une Santiago y Valparaíso. Se trata de la compañía de origen español Sacyr, por un lado, y por el otro el Grupo Costanera, ligado a Mundys (antes llamada Atlantia, firma italiana de la familia Benetton) e Inversiones CPPIB Chile Limitada, controlada por Canada Pension Plan Investment Board. Ayer, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) recibió las ofertas técnicas y económicas de dichas empresas en el marco de la Segunda Concesión Ruta 68, que considera una inversión de unos US$ 1.619 millones -la más cuantiosa licitación vial en marcha-, que permitirá modernizar y ampliar esa autopista. La apertura de las ofertas económicas está programada para el próximo 12 de noviembre. Se espera que el proyecto se adjudique durante el primer trimestre de 2025. El desarrollo de las nuevas obras de esta ruta, de 141 kilómetros de extensión, debiera iniciarse el segundo trimestre de 2029 y entrar en operaciones el cuarto trimestre de 2033. La obra debe contar con evaluación ambiental.