En 2021, cuando las elecciones se realizaron en dos días, el sábado votaron 3 millones de personas y el domingo, unos 3,3 millones más. En esa oportunidad, en medio de la pandemia y con una elección de convencionales que se superponía a las elecciones locales, el proceso funcionó sin mayores problemas, aunque hubo inquietud sobre el resguardo de las urnas entre una jornada de votación y la otra. Sin embargo, finalmente no ocurrió ningún hecho grave y, más bien, el proceso se desarrolló con una destacable normalidad. La única (y gran) incógnita entonces, para que las elecciones del próximo fin de semana sucedan de la misma forma, es que ahora, a diferencia de 2021, el voto es obligatorio, por lo que se espera una votación mucho más masiva que hace tres años. De hecho, el padrón actual es de casi 15,5 millones de electores, y de ellos, hasta la semana pasada había casi diez millones de consultas únicas sobre los datos electorales en la página del Servel, lo que da una señal del volumen de electores que concurrirá a las urnas para estos comicios, que superaría largamente lo ocurrido en 2021.