La explosión al interior de un baño del Internado Nacional Barros Arana (INBA) de la comuna de Santiago, que dejó a 35 estudiantes heridos y cinco de ellos en riesgo vital, abrió una nueva incógnita en torno a la tragedia: el origen del incidente se trató de una manifestación o no.
De acuerdo con los antecedentes que se manejan hasta ahora, la explosión se habría registrado en uno de los baños del recinto, presuntamente mientras un grupo de alumnos preparaba bombas molotov para luego lanzarlas contra Carabineros en la vía pública.
La persecutora Macarena Cañas, de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, detalló ayer "el sitio del suceso era el interior de un baño en donde se produce por los vestigios esta explosión, y hay evidencia que pude advertir respecto de distintos elementos que son habituales de la confección de bombas molotov, pero como les digo, la información que nos puede brindar finalmente Labocar y Bomberos de Chile respecto de cómo se inició, hasta dónde alcanzó y otros elementos también son importantes en definitiva".
La persecutora también sostuvo que se está indagando si los elementos que provocaron la explosión fueron ingresados por los estudiantes o si ya estaban dentro del establecimiento educacional. También se está verificando si los docentes estaban al tanto de estos hechos, algunos de los cuales no habrían informado a las autoridades por temor a represalias.
Comenzadas las diligencias investigativas del caso, diversas autoridades nacionales se refirieron esta jornada respecto de que si el hecho que originó la tragedia se trababa de una manifestación o no.
Emilia Schneider (FA)
Por un lado, la diputada Emilia Schneider (FA), quien preside la comisión de Educación de la Cámara de Diputados, señaló esta jornada en conversación con CNN Radio que "con los antecedentes que tenemos, sería irresponsable de mi parte y de cualquiera atribuirle a algún sector político, algún sector ideológico, las manifestaciones del día de ayer".
"Las y los estudiantes salieron el día de ayer a las calles por los cinco años del estallido social", sostuvo. Señaló además que "es inaceptable el manejo de explosivos, de elementos incendiarios, dentro de los establecimientos educacionales (...), porque expone no solamente a quienes se están manifestando, sino también a estudiantes que intentan ayudar a sus compañeros cuando se enfrentan a una situación como esta".
"De los estudiantes que están lesionados, que se encuentran hoy día en centros de salud, no todos estaban participando de la manifestación", complementó.
Ministro
Nicolás Cataldo
Esta postura discrepa con la del ministro de Educación, Nicolás Cataldo. Durante el anuncio de serie de medidas tras la tragedia, el secretario de Estado condenó en un punto de prensa que "las acciones de violencia, como las que hemos visto, no tienen ni pueden ser legitimadas como acciones de movilización social, porque detrás de esto no hay demandas, no hay objetivos, no hay rostros".
El secretario de Estado planteó que "una cosa es la movilización social legítima, en cualquier Estado de derecho, pero no podemos legitimar las acciones de violencia cuando estas son sin sentido, sin propósito, sin orientación y provocan además el daño que estamos evidenciando hoy por hoy".
Consultado ayer ante la posibilidad de que existan estudiantes involucrados externos al hecho que afectó en el INBA, el secretario de Estado sostuvo que "sería muy lamentable evidentemente que hubiese interacción de un tercero ajeno al establecimiento educacional. Es parte de la investigación y evidentemente esperamos que esto concluya lo antes posible".
Fue ayer que la ministra del Interior, Carolina Tohá, sostuvo que "hay aquí una reflexión que hacer después de esto, ya que se ha hablado muchas veces de la gravedad de las bombas molotov, se ha hablado muchas veces que no es una herramienta de protesta válida ni aceptable".
"Esperemos que esto que pasó ahora ayude a que nunca más ningún joven, ningún estudiante contemple como una posibilidad el uso de esta herramienta sea cual sea la protesta o la causa por la cual se quiera movilizar", acotó.
Rodrigo Roco
Rodrigo Roco, director de Educación de Santiago, entregó diversas cifras en torno a la violencia escolar. "En el período 2018-2019, entre cancelaciones de matrículas y expulsiones, como las sanciones más gravosas por faltas cometidas, no hay más de 10 casos", dijo.
En ese sentido, sostuvo que "en el período que va de mayo de 2022 a septiembre de 2024, tenemos más de 50 casos de sanciones gravosas", agregó.
También sostuvo que "como municipio, hemos presentado entre 2022 y a la fecha al menos 17 querellas criminales por hechos de violencia de este tipo".
Sobre el actuar, Roco dijo que "no tienen que ver con demandas ni petitorios estudiantiles. Y quienes así lo han planteado, lo que han hecho finalmente es confundir a la opinión pública. Estos hechos de violencia no tienen un propósito. Son simplemente expresiones juveniles, expresiones de mirada anti-sistema".
Comunidad educativa
Baranny Figueroa, represente del Centro de Padre INBA, señaló que "estamos muy coaccionados dentro del colegio como comunidad y siempre tratamos de actuar en bloque. Entonces la contención es generalizada hacia los padres y madres que están pasando por toda esta situación que es gravísima".
El Presidente del Centro de Exalumnos y Exestudiantes INBA, Harold Alarcón, indicó que "tal cual como en otros colegios ponen detectores de metales y tampoco existen detectores de bencina".
"Si tú ves a un estudiante con una mochila que se sospecha de algo, tienes que citarlo a la rectoría, pedir que venga el apoderado y el apoderado le abre la mochila. No puedes abrir la mochila. Y así ocurren muchas cosas", agregó.
Alarcón explicó a La Tercera que la situación se dio durante la "bajada a los cuartos", que se trata de una tradición estudiantil en la que los alumnos mayores molestan a los más pequeños. Esto se daría generalmente durante el aniversario del colegio.