El subsecretario del Interior, Luis Cordero, abordó los nuevos cuestionamientos que se han dirigido al Gobierno por la forma en que procesó el caso Monsalve.
Eso luego que se develara la llamada telefónica que la ministra del Interior, Carolina Tohá, hizo al exsubsecretario la noche del 15 de octubre para pedirle que se presente en el Hotel Panamericano a raíz de diligencias que la PDI estaba realizando en el lugar.
A esto se suma un reportaje de Ciper Chile que develó que la víctima hizo saber que los actos consumados la madrugada del 23 de septiembre no contaron con su consentimiento, y que luego de eso Monsalve ordenó operaciones de inteligencia a la PDI.
Toda información que ha repercutido en el Ejecutivo y en particular, en la jefa de gabinete, quien dijo haber tomado contacto con Monsalve solo el jueves 17 de octubre, poco antes que la autoridad concretara su renuncia.
En la oposición dicen no descartar el levantamiento de una acusación constitucional contra Tohá a raíz de este caso y dudan sobre la veracidad de su versión sobre los hechos.
Sobre la advertencia de un libelo, Cordero partió por advertir que "el ejercicio de las atribuciones constitucionales del Congreso es privativa" mientras que del caso mismo, advirtió que "hay que tener cuidado con confundir el rol del control político con aquellas que corresponden a las investigaciones judiciales que está llevando a cabo y las investigaciones penales del Ministerio Público".
En lo que respecta a la comunicación que la víctima tuvo con Monsalve días antes de ingresar la denuncia, el subsecretario señaló que "no tengo nada que comentarle esencialmente porque es un asunto que objeto de la investigación, son antecedentes que el Ejecutivo no tiene y que forman parte de la investigación penal que por cierto al Ejecutivo es el más interesado que se aclare con la mayor prontitud".
Sobre si no considera que es un privilegio el hecho que Manuel Monsalve haya sabido del allanamiento en su hotel, y que se haya mantenido en el cargo hasta día jueves, Cordero replicó: "subyace en su pregunta un supuesto que no se compadece con los hechos que se han informado".
"Lo que hizo la ministra no fue avisar sobre una diligencia, sino que instruir al exsubsecretario Monsalve porque debía comparecer en el hotel donde se encontraba la Policía de Investigaciones y el Ministerio Público para efectuar una diligencia. Por lo tanto, la afirmación sobre la cual descansa su pregunta carece de un error y por eso lo aclaró la ministra Tohá ayer en plena sesión especial".
"¿En qué consistió esa llamada?", precisó, "pues esencialmente para que Manuel Monsalve compareciera en diligencias que se estaban ejecutando en ese momento y garantizar su comparecencia en ese momento en el lugar donde él pernoctaba".
En esa línea, relevó que "en los temas legales las semánticas son muy relevantes, sobre todo cuando se utiliza el derecho como herramienta política. En este punto, lo que el subsecretario Monsalve, como autoridad obligada de comparecer, para garantizar su comparecencia recibe una instrucción. Es una instrucción que recibe cualquier funcionario público y para garantizar su comparecencia. Eso no es ningún privilegio, es un mandato".
Sobre por qué la ministra no dio cuenta de esa llamada, Cordero apuntó que "esa era una diligencia que se estaba ejecutando y de acuerdo a la ley, las diligencias están sujetas a secreto".
Por otro lado, el exministro de Justicia fue consultado de por qué el Director de la PDI, Eduardo Cerna, llama a la ministra en vez de llamar a los jefes de escolta de Manuel Monsalve, si lo que se buscaba es saber dónde estaba.
"Es una decisión que tomó el director de la policía para efectos de garantizar la comparecencia y con la instrucción directa de quien está por sobre el subsecretario Monsalve, que es la ministra Tohá", contestó.