HARBIN.- El potencial desarrollo de un "trasplante de cabeza" (el paso de una cabeza a otro cuerpo) se ha vuelto uno de los temas más polémicos de la ciencia en lo que va del año. En febrero el italiano
Sergio Canavero anunció su interés de realizar el procedimiento en humanos dentro de dos años y en abril ya tenía
un candidato interesado, un desarrollador ruso de 30 años.
Ahora,
The Wall Street Journal dio a conocer la historia de un cirujano chino buscando un objetivo similar. Se trata de Xiaoping Ren, un especialista en microcirugía de 53 años, entrenado en Estados Unidos pero que volvió a China, su país natal, para poder avanzar en la técnica.
Según el WSJ, desde 2013 Ren ha realizado más de mil trasplantes de cabeza en ratones, apuntando a que tengan el mayor tiempo de supervivencia posible con respiración autónoma. Hasta ahora el "récord" de Ren es una supervivencia de un día (esfuerzos anteriores en la década de los 70 con monos lograban una duración mayor, pero con respiración asistida).
Ahora, el cirujano pasará a realizar pruebas en primates, específicamente macacos de cola larga (o "macacos cangrejeros"), con el mismo objetivo.
Si bien su meta es llegar a un trasplante de cabeza en humanos, por ahora afirma que no es algo posible. "Queremos hacer esto clínicamente, pero tenemos que hacer un modelo animal con supervivencia a largo plazo. Actualmente no estoy confiado de decir que puedo hacer un trasplante humano", indicó Ren al WSJ.
"Hoy no es posible, pero mañana sí podría serlo", aseguró.
El trabajo del cirujano se basa en la idea de que si bien la médula espinal contiene un número importante de nervios, sólo unos pocos son necesarios para funciones básicas como respirar o reflejos básicos. Esos son los que busca conectar en estos primeros procedimientos.
Bajo este desarrollo, los dos problemas más grandes para la cirugía son el rechazo inmune y el mantener el cerebro sano mientras está desconectado. Por lo mismo, uno de los primeros pasos de la operación es conectar la cabeza a los vasos sanguíneos del "nuevo" cuerpo.
El diario estadounidense describe que el procedimiento de Ren se basa en el uso de polietilenglicol (o "PEG"), la misma sustancia propuesta por Canavero para la conexión de nervios en un trasplante de cabeza. De hecho, el cirujano italiano contactó a Ren para colaborar en las pruebas en animales.
Ren afirma estar consciente del dilema ético que generan los ensayos clínicos de un procedimiento como este, y por eso mismo volvió a China, donde el gobierno no pone trabas a la realización de este trabajo e incluso está financiando su desarrollo, con cerca de 1,6 millones de dólares.