(Bloomberg Business) -- Cuando era pequeño, Frederic Depypere no se preocupaba demasiado por el chocolate pegajoso. En Bélgica, un país lluvioso, la temperatura rara vez subía como para derretir una barra. Pero de visita en la húmeda y calurosa Shanghái hace cinco años, se dio cuenta de que la provisión de chocolate del pabellón de Bélgica en la Exposición Mundial se transformaría pronto en una masa.
"Pensé que si queríamos llevar un producto a países como China o India, debíamos cambiar algo", dijo Depypere, gerente de investigación y desarrollo en Barry Callebaut AG, el fabricante más grande del mundo de chocolate a granel.
Después de años de investigación, Depypere dice en este momento que está listo para comenzar a vender chocolate que se derrite en la boca, no en las manos. Su equipo, dice, puede fabricar chocolate capaz de permanecer sólido a temperaturas de hasta 38 grados Celsius antes de derretirse –unos 4 grados más que la mayoría de los chocolates en la actualidad
Depypere debe darse prisa. Muchos de los clientes de Callebaut –empresas como Nestlé, Hershey y Mondelez- están trabajando en proyectos similares en tanto la industria de las golosinas se propone encontrar la forma de generar miles de millones en potenciales ganancias en países con climas más cálidos.
Oriente Medio
El mercado del chocolate en Asia-Pacífico, América Latina y Oriente Medio y África crecerá más de 50% hasta US$48.000 millones para 2019, en comparación con una expansión del 15% hasta US$74.000 millones en Europa Occidental y Norteamérica, predice la firma de investigación Euromonitor.
“En un lapso de cinco a diez años, el chocolate resistente al calor será más importante que el chocolate de calidad superior en Oriente Medio y África, dado que no cuentan con la infraestructura necesaria para mantenerlo fresco”, dijo Jack Skelly, analista de Euromonitor en Londres.
Si bien Callebaut lidera la carrera, Nestlé lo sigue de cerca. El fabricante de las marcas KitKat y Cailler dice que ha desarrollado un chocolate que mantiene su forma hasta los 40 grados, y que los productos podrían llegar a las góndolas en tres años.
"Casi desde los inicios del chocolate, las empresas han trabajado en productos que se puedan comer dónde usted quiera, cuando usted quiera sin importar la temperatura", dijo Karen Skillicorn, responsable del departamento chocolate en el centro de investigaciones de Nestlé en York, Inglaterra. En una visita a la cocina del centro, dijo: "Nunca hemos estado tan cerca".
Hershey viene investigando el tema desde la Segunda Guerra Mundial y podría utilizar un aumento de los beneficios –la semana pasada dijo que las ganancias no alcanzarían las metas. La compañía dice que puede comenzar a vender productos que se derriten a 37,8 grados y tienen la textura del chocolate clásico dentro de dos años.
Mondelez –fabricante de las galletas Oreo y las barras Milka- presentó una patente diciendo que puede impedir que el chocolate se derrita a temperaturas de hasta 50 grados. Las presentaciones de Mars, que fabrica los M&M y Snickers, muestran que ha probado productos a 38 grados. Mondelez y Mars se negaron a hacer declaraciones.