MADRID.- El sueño hacia una tecnología de dimensiones nanométricas ha dado un nuevo paso tras demostrarse la existencia de unas moléculas extremadamente huidizas, los arinos, en lo que sería un avance que podría determinar el impulso de la nanotecnología, según expertos.
Un equipo mixto de investigadores españoles del CiQUS (Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares de la Universidad de Santiago de Compostela) y de IBM Research consiguieron "cazar" con el microscopio una familia de estas moléculas de cortísima vida, cuya existencia por primera vez fue sugerida hace ya algo más de un siglo.
La revista "Nature Chemistry" acaba de publicar la primera imagen de una molécula individual de arino (en condiciones normales tiene un tiempo de vida de milisegundos), y el logro podría tener futuras aplicaciones en ámbitos mucho más allá de la química básica.
En el Universo existen billones de moléculas, algunas lo suficientemente estables para ser aisladas y caracterizadas, pero muchas otras extremadamente efímeras, que sólo pueden ser identificadas de manera indirecta mediante estudio de los productos de sus reacciones o con métodos espectroscópicos.
Se sabía de la existencia de los arinos por pruebas indirectas, pero por ser tan "escurridizas" nadie las había "atrapado" hasta el momento, explicó hoy a EFE el investigador español, de CiQUS, Diego Peña.
Desde el punto de vista tecnológico, para este logro se empleó un microscopio de resolución atómica de IBM, inspirado en la tecnología AFM y microscopía de efecto túnel por el que el laboratorio de esta multinacional ganó un Premio Nobel en la década de los ochenta.
La clave ahora ha consistido en colocar en la punta del microscopio una sola molécula de monóxido de carbono a modo de "lupa" que ha permitido la visualización del interior de la molécula y los detalles más profundos de la misma con resolución atómica.
El logro, conseguido sobre una superficie aislante, que es el sitio ideal de experimentación para fabricar dispositivos, según el experto, demuestra que se pueden generar estas moléculas a temperaturas extremadamente bajas, manteniendo su química en condiciones controladas por lo que resultan especialmente útiles.
Según el investigador, "cuando se puede caracterizar una molécula, como se ha logrado, puedes explotarla sintéticamente".
En su opinión, el manejo de los arinos podría permitir en un futuro generar piezas de grafeno de tamaño nanométrico de alta calidad y bien definido, "algo muy complicado ahora", para aplicarlo a la tecnología y llevarla a sus límites más pequeños, algo en lo que la industria tiene mucho interés, añadió.
La tecnología del silicio que se utiliza ahora no permite por el momento fabricar transistores del tamaño de un nanómetro (millonésima parte de un milímetro) y hay trabajos en marcha para desarrollar una electrónica alternativa que permita construir dispositivos mucho más pequeños.
"Si consiguiésemos dispositivos de una única molécula podríamos fabricar aparatos electrónicos mucho más pequeños y eficientes", aseguró el experto.